El Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife están invirtiendo 11,5 millones de euros en la mejora de la carretera insular TF-180, que conecta los municipios de Santa Cruz de Tenerife y La Laguna.

Este es el comienzo del proyecto, que ahora entra en un periodo de exposición pública de 20 días, tras su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia de Santa Cruz de Tenerife este jueves.

El plan del Cabildo para el acondicionamiento de la TF-180 incluye una transformación total de la carretera, convirtiéndola en una vía urbana con una reorganización del tráfico, más plazas de aparcamiento y aceras, así como jardineras y nuevo mobiliario urbano y alumbrado.

El presupuesto para la obra es de 11.523.161 euros, de los cuales el Cabildo proporcionará el 73% y el Ayuntamiento de la capital el resto, según el acuerdo firmado entre ambas administraciones.

El tiempo estimado para la realización de las obras es de 24 meses.

Dámaso Arteaga, consejero de Carreteras, explica que una vez que el proyecto ha sido aprobado, solo queda que el Ayuntamiento de Santa Cruz proporcione o expropie los terrenos necesarios para la ejecución de las obras.

“La carretera insular TF-180, en la actualidad, no presenta una alternativa al tráfico existente que conecta dos de los principales núcleos poblaciones de la Isla: Santa Cruz de Tenerife y San Cristóbal de La Laguna. Debido a la urbanización, se ha reconvertido en un eje de carácter más local y, por lo tanto, menos eficaz a la hora de gestionar importantes volúmenes de tráfico”, señala Arteaga.

El objetivo principal del proyecto es transformar el tramo de la carretera insular TF-180 en una calle urbana que cumpla con la normativa vigente, el Plan General de Ordenación, y que esté equipada con los servicios urbanos necesarios, mejorando así sus condiciones de seguridad y comodidad.

La vía tendrá dos carriles en dirección a Santa Cruz y uno en dirección a La Laguna. Se proporcionará el mayor número posible de plazas de aparcamiento en función de la anchura de la vía, mientras que las aceras tendrán un ancho mínimo de dos metros.

Las aceras contarán con jardineras cuando su anchura supere los tres metros, con el fin de respetar el ancho libre mínimo.