En respuesta a los desafíos planteados por la inflación y el incremento en los precios de los alimentos, el Ayuntamiento de Granadilla de Abona ha tomado la iniciativa de ajustar al alza los importes mensuales destinados a las ayudas de emergencia social dirigidas a las familias más necesitadas.

Esta medida, implementada a través del área de Bienestar Comunitario bajo la dirección de Carolina Bethencourt González, tiene como objetivo principal aliviar las dificultades que enfrentan estas familias al acceder a alimentos esenciales.

El enfoque principal de esta actualización según el consistorio, es garantizar que las necesidades básicas de alimentación de los beneficiarios de este programa estén debidamente cubiertas en medio de un entorno económico desafiante.

En línea con este propósito, los montos de las ayudas se han reajustado en función del tamaño de la unidad familiar. Para las unidades de un solo miembro, se ha aplicado un aumento del 36%, pasando de 110 a 150 euros. En el caso de las familias con cinco miembros o más, el incremento es aún más significativo, llegando hasta el 75% y elevando la asistencia de 200 a 350 euros.

Jennifer Miranda, alcaldesa de Granadilla de Abona, destaca que esta medida forma parte de una serie de acciones destinadas a proteger y respaldar a las familias locales, en especial a aquellas que cuentan con menos recursos y enfrentan mayores desafíos. El objetivo primordial es asegurar que estas familias tengan acceso a los elementos esenciales para una alimentación adecuada.

Carolina Bethencourt, a cargo del área de Bienestar Comunitario, subraya que estas iniciativas tienen como propósito fortalecer el tejido social y proteger a los segmentos más vulnerables de la población que se han visto afectados por el incremento en los precios. Se busca mitigar el impacto económico que representa el aumento en los costos de productos básicos en los hogares, contribuyendo así a aliviar la presión financiera.