En medio de una creciente tensión laboral, los trabajadores de limpieza viaria de Santiago del Teide, en su huelga los días 28 y 29 de marzo, denunciaron “amenazas y persecución” por parte de la empresa FCC-MCC, titular del servicio de limpieza en el municipio sureño.
“Amparándose en el carácter público del servicio”, según Intersindical Canaria, el ayuntamiento decretó “unos servicios mínimos absolutamente desproporcionados”, lo que, alegan, afectó la incidencia real de la huelga. Además, denuncian una “actitud amenazante y persecutoria” por parte de los responsables de la empresa, incluyendo -según ellos- al gerente y al director de recursos humanos, “quienes presionaban y controlaban incluso el acceso de los trabajadores a los baños de un bar”.
A pesar de estos obstáculos, los trabajadores lograron llevar a cabo concentraciones de protesta junto a la plaza del ayuntamiento, a las que acudieron unas 40 personas entre trabajadores y vecinos.
Los trabajadores concuerdan en “ese impulso anímico de los vecinos, manifestado durante esas concentraciones y el apoyo que reciben a diario durante su trabajo en las calles del pueblo, mantienen viva la determinación de la plantilla para continuar con sus justas reivindicaciones”, centradas en resolver la “vergonzante situación de precariedad” en la que se encuentran, con “salarios de miseria”, “falta absoluta de medios de trabajo” y “ausencia de medidas de seguridad”.
En ese sentido, los empleados de la limpieza local denuncian tener que soportar las condiciones de su centro de trabajo, una antigua granja de pollos, con “cabinas de plástico como aseos provisionales que no se limpian”, unas condiciones que describen como “antihigiénicas” y “prohibidas por la ley para utilizar en un centro de trabajo permanente”.
“No nos ha asombrado la falta de respuesta de la empresa para cumplir con sus obligaciones, ya nos tiene acostumbrados a ello, lo que sí nos deja sorprendidos es el desinterés y la falta de sensibilidad de la alcaldía”.
Los trabajadores expresan su sorpresa ante la falta del consistorio para mediar en el conflicto, y hacen un llamado al alcalde, Emilio Navarro, para que resuelva definitivamente esta situación. “El ayuntamiento no puede mirar para otro lado ante un problema de este calibre”, advierten. “Los vecinos y trabajadores, también vecinos del municipio, así lo demandan”.
En los próximos días, Intersindical Canaria presentará denuncias ante los organismos competentes para que “se actúe de forma contundente” frente a estas prácticas. Se denunciarán las condiciones sanitarias y de seguridad del centro de trabajo y demás situaciones de precariedad, “al atentar gravemente a los derechos laborales de la plantilla” y por ser “claramente vulneradoras de la normativa en vigor”.