El sindicato CSIF-USPS ha solicitado al nuevo consejero de Educación, Hipólito Suárez, que se recupere el teletrabajo para el profesorado de Canarias en las reuniones de coordinación, evaluación y claustros que no implican la docencia directa.
Según el sindicato, la anterior administración educativa castigó al colectivo docente imponiendo la presencialidad obligatoria en estas reuniones, sin justificación alguna y generando un clima de “enfado y crispación”.
CSIF-USPS considera que el teletrabajo supone una mejora en la gestión y el funcionamiento de los centros públicos, así como una justa reivindicación del profesorado canario.
“CSIF Educación Canarias y USPS no pueden tolerar, como organizaciones sindicales, mantener la actual situación, cuando la propia administración educativa anterior, y la actual, potencian el teletrabajo en los servicios centrales como las reuniones sindicales, las coordinaciones entre servicios, la formación del teletrabajo, entre otros, demostrando que hay dos varas de medir para los mismos trabajadores y trabajadoras.”
El nuevo consejero de educación, Hipólito Suárez, ha manifestado en sus primeras declaraciones en prensa que pretende mejorar la enseñanza, siendo consciente de la falta de recursos para alcanzar el 5% del PIB en Educación.
Precisamente, la recuperación del teletrabajo no tiene ningún coste económico y supone una mejora considerable en la calidad de la educación pública, por lo que el sindicato solicita que se dicten instrucciones necesarias para recuperar el teletrabajo en los centros docentes públicos de Canarias de cara al inicio del próximo curso escolar, 1 de septiembre de 2023.
El sindicato cree que es una justa demanda del colectivo docente canario, a quien se debe ofrecer una respuesta inmediata y espera que el colectivo docente valore de forma muy positiva esta medida como gesto de voluntad para mejorar la escuela pública por parte del nuevo equipo de gobierno.
Asimismo, el sindicato pide que se abra a la mayor brevedad la negociación para la regularización del teletrabajo en el ámbito docente, pues entiende que se están realizando muchas actividades de teletrabajo sin garantizar las condiciones de trabajo y de uso de las nuevas tecnologías.
El sindicato ha solicitado por escrito en tres ocasiones (al inicio de la pandemia, durante el volcán de La Palma y tras la imposición de la presencialidad) que se regulen las condiciones del teletrabajo pero hasta el día de hoy, no ha recibido respuesta alguna a sus justas peticiones.
Desde CSIF-USPS quieren informar al consejero de Educación, que el análisis de lo sucedido en los últimos años en la escuela pública canaria demuestra que la calidad de la educación pública y la prestación eficiente del servicio, son logros conseguidos gracias al esfuerzo y la voluntad de los y las docentes, quienes han demostrado, y siguen demostrando, dedicación, altruismo, compromiso e interés por mantenerse actualizados y formados.
“Si la intención de Hipólito Suárez es mejorar la gestión, tal y como él dice, aquí tiene la oportunidad de aplicar una medida que no puede dejar pasar si su deseo es mejorar la escuela y las condiciones de trabajo del profesorado canario”. Explican.
En ese sentido, CSIF Educación Canarias y USPS solicitan el reconocimiento por parte de la Consejería de Educación, Universidades, Cultura y Deportes (CEUCD), y la equiparación de derechos y condiciones laborales respecto a los trabajadores y trabajadoras de otras administraciones y del sector privado. Consideran “inadmisible que esta Consejería espere a nuevos acontecimientos que impidan el normal funcionamiento del sistema, para improvisar y tomar medidas urgentes, pudiendo reconducir el modelo de organización, formar al profesorado y permitir su adaptación a la modalidad de teletrabajo, en las funciones que no impliquen docencia directa”.
Explican que, “Todo ello permitirá, no sólo, responder de manera eficiente e inmediata a cualquier supuesto que altere la actividad educativa habitual, sino también facilitar modelos alternativos que favorezcan la mejora del rendimiento, la conciliación de la vida familiar, la mejora de las condiciones laborales, la disminución de la importante carga de burocracia y exceso de funciones que sufre el profesorado, así como la adaptación real de la Escuela Canaria a la sociedad que supuestamente representa”.