Restauradores del núcleo de Las Galletas, en Arona, desean denunciar públicamente la situación que se encuentran viviendo, respecto a la actual ordenanza que legisla el uso de las terrazas públicas ante la actual situación por el Covid-19, la cual determina que deben cerrar a las 22.00 horas y pueden generar sanciones por incumplimiento, de hasta 3.500 euros.
El Ayuntamiento de Arona le da la razón a los comerciantes y anuncia que se encuentra trabajando en un cambio que les permita desarrollar la actividad sin problemas.
Restauradores del núcleo de Las Galletas, manifiestan venir sintiéndose “acosados” por parte de la policía “haciéndonos cerrar los restaurantes a la 10 de la noche, sabiendo que venimos saliendo de una temporada de crisis, de hambre y sin trabajo, luchando con todas nuestras fuerzas para no cerrar los negocios”.
El Ayuntamiento de Arona indica que efectivamente, los comerciantes tienen razón en cuanto a la necesidad de abordar la modificación de la ordenanza, ya que no se adecua a la realidad de un municipio como Arona, que cuenta con un clima que permite la extensión de ese horario y cuya actividad principal es el turismo.
En la actualidad, ese documento dictamina que las terrazas deben cerrar a las 22.00 horas, si bien la actividad puede continuar en el interior. Todo ello cuando se da la ocupación del dominio público. Las terrazas en suelo privado no se encuentran sometidas a esa limitación. Por eso, el Ayuntamiento se encuentra trabajando en un cambio que les permita desarrollar la actividad sin problemas.
De igual forma los comerciantes explican que “a todo esto se le suma, que presuntamente una persona, vecina del núcleo, efectúa llamadas continuamente a la policía para quejarse, lo que nos lleva a sentirnos, acosados, indefensos y entre la espada y la pared en el ámbito legal y ahora también social”.