Canarias supera todas las exigencias para pasar a la Fase 3 y recuperar movilidad y actividades económicas.
Desde el próximo lunes todo el Archipiélago estará en la fase 3 de la desescalada hasta que el Gobierno de Canarias decida el paso a la nueva normalidad. Como se preveía y se había esperado por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, todo el Archipiélago pasará a la llamada Fase 3 del proceso de desescalada, y se eliminarán muchas de las restricciones que se imponía en las Fases anteriores a la actividad económica, las relaciones sociales y la movilidad.
Además, estaba también previsto que, una vez alcanzada la nueva situación, se pudiera solicitar entonces tener entera movilidad entre las Islas, sin las limitaciones que seguían subsistiendo hasta ahora. Y se esperaba, como se anunció tras el último Consejo de Gobierno, que ello fuera posible el próximo martes o todo lo más el próximo miércoles, según dijo el consejero portavoz, que lo es también de Sanidad.
Pero en el Consejo Interterritorial de hoy Canarias ha sugerido que la movilidad sin restricciones entre las Islas se permitiera simultáneamente con el paso a la Fase 3, y así se ha acordado, para el Archipiélago y para todos los territorios que lo pidan, cosa que han hecho otras comunidades autónomas.
Así, se ha logrado que el Ministerio de Sanidad incluya los viajes entre islas a partir del lunes en la Orden de paso a la tercera fase que, previsiblemente, publicará mañana en el BOE, como anunció el ministro Illa en la citada reunión, que ha tenido lugar esta tarde.
En este encuentro con todas las comunidades autónomas se ha hecho un repaso a la situación actual de la Pandemia COVID-19 y se ha explicado que tras la llegada a la fase 3, serán las comunidades autónomas las que regulen su propio paso a la nueva normalidad, siempre atendiendo a un principio de coordinación con el Estado y en cumplimiento con las normas estatales.
El consejero de Sanidad, Julio Pérez, felicita a toda la sociedad canaria, pero muy especialmente a los sanitarios y a los trabajadores públicos, que han logrado que los pasos de fases se hayan podido producir satisfactoriamente y sin incidentes.
“Ahora, tenemos que insistir en el cumplir con unas normas que no nos van a abandonar hasta que no haya una vacuna o un tratamiento efectivo de la enfermedad como son el lavado de manos, el mantenimiento de la distancia física o el uso de mascarillas cuando no sea posible”, recalcó el consejero.
Todas estas exigencias se mantendrán, y su incumplimiento será denunciado por los funcionarios de policía, los inspectores de Salud Pública y los servicios de policía e inspección de las entidades locales.
En la nueva situación, el Gobierno de Canarias podrá establecer las nuevas normas de distancias y de higiene y protección de la salud, así como regular las actividades económicas, sociales y recreativas que podrán hacerse y, si es el caso, las limitaciones y exigencias a las que tendrán que someterse.
Pero, además, el mismo Gobierno de Canarias podría acordar, si considera que está justificado, el fin de todas las limitaciones y el tránsito a la llamada “nueva normalidad”, a la que el consejero prefirió llamar normalidad diferente. “Ahora todo o casi todo está en nuestras propias manos”, añadió el consejero, “de modo que proteger lo conseguido y consolidarlo, hasta que la ciencia encuentre un remedio, una vacuna o un tratamiento, es una responsabilidad de cada uno de nosotros”.
El consejero hizo un llamamiento a la especial responsabilidad de las autoridades públicas y de los representantes institucionales, llamados a dar ejemplo de responsabilidad con sus propioa comportamiento, y además a ayudar al mantenimiento de las restricciones que sigan en vigor, como la limitación de grandes concentraciones de personas o la proximidad excesiva en espacios públicos o de pública concurrencia.
En el Consejo Interterritorial de Salud se avanzó en el borrador de normativa de paso a la nueva normalidad que atribuye a las comunidades autónomas la potestad de autoregularse en materias como el ocio nocturno o la celebración de fiestas que son puntos muy críticos de contagio y de transmisión de la enfermedad.
También se explicó que la movilidad entre provincias o comunidades autónomas tendrá lugar solo cuando ambos territorios se encuentren en nueva normalidad.