Tras el fallecimiento de un vecino, -muy conocido en el municipio y aficionado al motor-, la corporación recibió una solicitud por parte de una asociación de motoristas para rendirle un homenaje. Se permitió –mediante autorización- el acompañamiento del féretro siempre exigiendo el cumplimiento de la normativa, con un número limitado de vehículos, en una zona anexa al cementerio y a la plaza de la Iglesia.
La corporación encargó –en cumplimiento de la normativa para la fase 2- un dispositivo de seguridad para dos entierros que tenían previsto celebrarse ese día en el municipio y la Policía Local acudió e informó en todo momento a los asistentes de la necesidad de tomar las medidas de distanciamiento social para prevenir el contagio de la COVID 19, con el apoyo de AEA.
Desde la corporación se reconoce que fue una situación que se desbordó de forma imprevista y que en todo momento se ha intentado actuar desde el respeto a los familiares del fallecido, sin dejar de velar al mismo tiempo por el cumplimiento estricto de la normativa tal y como han acatado otras personas del municipio desde el inicio del Estado de Alarma. Se lamenta también la molestia que esta situación excepcional pueda haber causado a la ciudadanía.