Actualmente se encuentra en ejecución el segundo tramo del Muelle de Ribera, lo que se traducirá en la materialización de otros 160 metros de muelle, con un presupuesto que supera los siete millones de euros y un plazo de ejecución de siete meses.
Las obras de abrigo del puerto de Granadilla recibieron el informe favorable del Ministerio de Fomento mediante la firma de la correspondiente acta de recepción, documento con el que se dan por finalizadas las ejecuciones citadas y posibilita la “apertura” de la infraestructura para comenzar a recibir sus primeros atraques.
Dicha rúbrica se formalizó a media mañana, tras la visita al puerto de Granadilla del inspector del Ministerio de Fomento desplazado a Tenerife al efecto, visita cursada junto con los responsables de Infraestructuras de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife.
Las obras que nos ocupan han supuesto una inversión de 145.584.590,70 euros y han contado con financiación europea vía Fondos de Cohesión, ayuda que se ha materializado concretamente en 67 millones de euros.
Las obras de abrigo del puerto de Granadilla han consistido en la ejecución del contradique, con una longitud de 1.150 metros; del Dique Exterior, que longitudinalmente se prolonga en 2.512 metros; 160 metros de Muelle de Ribera con un calado de dieciséis metros y una explanada asociada de aproximadamente quince hectáreas. En lo que a lámina de agua o aguas protegidas se refiere se han generado, en cifras globales, 70,8 hectáreas.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, Ricardo Melchior, quien también dejó su rúbrica en el acta de recepción, manifestó su satisfacción por la consecución de este objetivo, indicando que ya se trabaja en la organización de los necesarios servicios, desde prácticos hasta amarradores, pasando por la propia contratación de policía portuaria, para poder materializar los primeros atraques.
Melchior ya ha manifestado en diversas ocasiones que entre las primeras unidades en atracar en el nuevo puerto se encuentran las plataformas petrolíferas que llegan a la isla para someterse a diversos trabajos de reparación y mantenimiento, ascendiendo a ocho el número de las que a fecha de hoy se encuentran en fondeo en el puerto de Tenerife.