Un proyecto pionero en el mundo.
El Proyecto Masdunas es el primero en el mundo de sus características aplicado a dunas secas.
Está dotado con 1,1 millones e incluye la restauración de los senderos para ordenar el tránsito por las zonas más frágiles.
El seguimiento científico incluye 16 vuelos fotogramétricos con láser oblicuo, mediciones en tierra y rastreo en video de los sebadales sumergidos.
El Cabildo de Gran Canaria emprende un ambicioso plan de restauración ambiental del sistema dunar de Maspalomas, el primero que se emprende en el mundo sobre dunas áridas, cuyo objetivo es evitar la desaparición paulatina de las dunas mediante el movimiento de hasta 60.000 metros cúbicos de arena y la instalación de captadores artificiales, entre otras medidas.
Con el proyecto Masdunas, que cuenta con un presupuesto de 1.155.000 euros, el Cabildo pone en práctica un modelo de detención de la pérdida de arena que pretende devolver a las dunas parte de sus valores ecosistémicos, una acción que es pionera, y que arranca como fase piloto de dos años que tendrá continuidad a tenor de los resultados, explicó el presidente del Cabildo, Antonio Morales, quien subrayó la intención insular de actuar con firmeza en este entorno, que ahora goza, por primera vez en su historia, de un plan.
Para recuperar especies que fundamentales para el desarrollo de las dunas, el Cabildo restaurará los ocho kilómetros de senderos oficiales que transcurren por la Reserva Natural, de manera que el tránsito de personas por las zonas de mayor fragilidad ambiental sea el mínimo posible, si bien su incidencia no es el gran problema de las dunas, sino la pérdida de arena y los temorales.
Además, el Cabildo plantará 350 balancones con el riego asegurado durante los primeros nueve meses junto a captadores de arena artificiales. En total, serán 78 captadores de arena en diversas parcelas experimentales que buscan la creación de nuevas dunas por todo el espacio natural, apuntó el consejero de Medio Ambiente, Miguel Ángel Rodríguez, quien junto al presidente reconoció la labor y constancia del director del proyecto, Miguel Ángel Peña.
Así, el 1 de octubre comenzarán con los movimientos de arena desde la punta de La Bajeta, donde será recogida de la orilla antes de que se pierda en el fondo del océano, hasta el inicio de su recorrido en Playa del Inglés. Este trasiego de arena se acometerá periódicamente, siempre en temporada de menor afluencia turística y en horario nocturno.
Desde una perspectiva natural, el sistema dunar de Maspalomas se encuentra en equilibrio dinámico con un punto de conexión entre los flujos de arena, la punta de La Bajeta, que actúa como un reservorio. Sin embargo, dado que su capacidad de almacenamiento es finita, en caso de temporales extremos de suroeste se produce una considerable pérdida de arena.
Esta actuación persigue retranquear la punta de La Bajeta hasta los límites máximos del perfil de playa que hay registrados, correspondientes al año 1995, para generar una trampa natural que evite más pérdida de arena.
El Cabildo reubicará la arena extraída en Playa del Inglés, de manera que sea transportada de forma natural por el viento hacia la duna costera, caracterizada por la presencia de ejemplares de balancones (Traganum moquinii), que a su vez modificará el transporte y formará las dunas barjanas, características de este sistema de dunas móviles.
El proyecto contempla igualmente avanzar en el conocimiento científico con tres equipos de investigadores que harán un estrecho seguimiento del movimiento de la arena y su interacción con los captadores y balancones.
Mediante 16 vuelos fotogramétricos con láser oblicuo, mediciones en tierra y rastreo con video en los sebadales sumergidos, los técnicos podrán avanzar en el estudio para detener o compensar la erosión sedimentaria de las dunas.
Masdunas contará además con una web específica (www.madunas.com), material divulgativo, redes sociales y el apoyo de un intérprete ambiental bilingüe para hacer visitas guiadas al proyecto.
Las dunas de Maspalomas y los sebadales de Playa el Inglés están catalogados por la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos como Reserva Natural Especial, además de ser reconocidos como Zona de Especial Conservación por la Red Natura 2000.