Los profesionales sanitarios nos recuerdan cómo prestar los primeros auxilios hasta que llegan los profesionales.
El Servicio de Urgencias Canario (SUC), adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, aprovecha estas fechas para insistir en la prevención como una de las principales medidas para evitar que una persona se ahogue o sufra un síndrome por inmersión y nos recuerda cómo prestar los primeros auxilios.
La llegada del verano y las altas temperaturas incrementan la afluencia de personas en las playas y piscinas y con ello el riesgo de sufrir un ahogamiento. Por ello, cuando se va a disfrutar de un día de playa es muy importante informarse de las condiciones meteorológicas y dejar la actividad para otro día cuando apunten a mal estado de la mar o fuertes vientos en la costa.
Si acudimos a la playa, es imprescindible respetar las señales que indican si es apta o no para el baño y seguir las indicaciones de los socorristas en caso de que los hubiera. Nunca con bandera roja. Asimismo, en las piscinas, debemos prestar atención si los bordillos y escaleras están húmedos ya que podrían ser la causa de un resbalón y causar un traumatismo importante.
Cuando queramos bañarnos, es recomendable entrar en el mar poco a poco para evitar los cambios bruscos de temperatura y una vez dentro evitar las zonas de corriente y salir rápidamente del agua ante cualquier síntoma de malestar. Además, se debe comprobar siempre la profundidad antes de lanzarse al agua.
En caso de que vayamos a la playa con niños hay que extremar las precauciones y vigilarlos constantemente para evitar extravíos. La supervisión tiene que ser máxima cuando están en el agua o jugando cerca de ella. Si acudimos con personas mayores o que padezcan algún problema de salud, debemos acompañarlas siempre a la hora de darse el chapuzón.
Una vez en el agua tenemos que estar alerta ante la aparición de determinados síntomas que nos indican que hay que salir inmediatamente del mar. Así, si una persona siente escalofríos o tiritona persistente acompañado de enrojecimiento de la piel; si tiene sensación de fatiga, dolor de cabeza o pinchazos en la nuca; picores en el abdomen, brazos y piernas; sensación de vértigo, mareo o zumbidos en los oídos; visión borrosa o “lucecitas o destellos en la visión”; y calambres musculares o dolores articulares, debe pedir ayuda y salir del agua lo más pronto posible.
Cómo podemos ayudar a una persona que sufre un ahogamiento
Si a pesar de tomar estas medidas preventivas se produce un ahogamiento o síndrome por inmersión, en primer lugar, debemos alertar a los socorristas en caso de que los hubiera, o a los servicios de emergencias, a través del teléfono 1-1-2, con el fin de garantizar que la ayuda sanitaria o de otro servicio de salvamento llegue cuanto antes.
Asimismo, es vital que la persona que se encuentre en el lugar del incidente inicie los primeros auxilios y socorra al afectado, siguiendo las indicaciones del médico coordinador del SUC que le atenderá a través del 1-1-2.
En el caso de que el afectado se encuentre en estado inconsciente, hay que sacarle la cara del agua lo antes posible. Una vez en tierra, hay que comprobar si el afectado respira y tiene pulso. En caso de que no sea así, significa que se encuentra en parada cardiorrespiratoria, y se debe comenzar a realizar masaje cardiaco, es decir compresiones torácicas hasta la llegada de los equipos de emergencias. Si la persona que asiste al afectado no sabe cómo realizar estas maniobras de reanimación, durante su llamada al 1-1-2 un médico coordinador del Servicio de Urgencias Canario le prestará teleasistencia indicándole cómo actuar.
Si la persona comienza a respirar, puede que tosa y tenga dificultad para respirar. Ante esta situación, lo adecuado es tranquilizarla y colocarla en la posición lateral de seguridad hasta que llegue la ayuda sanitaria.