El objetivo es mejorar la calidad de vida de estos pacientes y reducir el número de ingresos hospitalarios, a través de la coordinación asistencial entre Atención Primaria y Especializada.
La Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias tiene en marcha en 34 centros de salud del Archipiélago un modelo asistencial destinado a mejorar la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes crónicos de alta complejidad, así como para reducir los ingresos hospitalarios.
Este modelo asistencial es fruto de la Estrategia de Abordaje a la Cronicidad de Canarias, que ha permitido introducir cambios significativos en la cultura de la continuidad asistencial entre Atención Primaria y Atención Especializada.
De este modo, la atención sanitaria a los pacientes crónicos complejos que han recibido el alta hospitalaria se retoma por el personal sanitario de Atención Primaria de forma coordinada y continuada, en función del nivel de complejidad y las características de cada caso.
Este modelo asistencial, conocido como “gestión de casos para pacientes crónicos complejos”, empezó a pilotarse por la Gerencia de Atención Primaria de Gran Canaria y el Complejo Hospitalario Universitario Insular Materno-Infantil en noviembre de 2016 en los centros de salud de Telde-San Gregorio y Triana y, en la actualidad, el SCS lo ha extendido a otros seis centros de Gran Canaria, ocho de Lanzarote, cinco de Tenerife, cuatro de Fuerteventura, cuatro de La Palma, tres de La Gomera y dos de El Hierro, hasta sumar un total de 34 centros de Atención Primaria.
Para determinar el nivel o grado de cronicidad de los pacientes, se utiliza el agrupador de morbilidad poblacional GMA (Grupos de Morbilidad Ajustados) que los clasifica en cinco niveles distinguidos por colores, que van desde el nivel gris al rojo, pasando por el vainilla, amarillo y naranja.
El primero en ser incluido en el modelo asistencial de gestión de casos para pacientes crónicos complejos del SCS es el nivel rojo, el más elevado, correspondiente a pacientes crónicos de alta complejidad y que agrupa a unas 2.220 personas en Canarias.
La estratificación de la cronicidad por niveles es necesaria para determinar el tipo de recursos sanitarios que se debe poner a disposición de la población, una labor de planificación indispensable por el progresivo envejecimiento de la población canaria.
El aumento de la esperanza de vida y el descenso de la natalidad, unido a otros factores socioeconómicos, están en el origen de este envejecimiento.
Se calcula que en 2020, de 17,3% de la población de las Islas tendrá más de 65 años y, por tanto, aumentará el número de personas con patologías crónicas como la depresión, la diabetes mellitus, la cardiopatía isquémica, la EPOC o la artrosis, que requerirán más recursos asistenciales, sanitarios y sociales.