Podemos Canarias presentará una propuesta para que el Gobierno de Canarias adquiera una participación mayoritaria en el Grupo Dinosol, propietario de la cadena de supermercados HiperDino, con el objetivo estratégico de garantizar la soberanía alimentaria de las islas, estabilizar los precios de la cesta básica y reforzar la producción agrícola local.
Idaira Afonso, concejal en La Laguna del grupo Unidas se puede, afirma que la alimentación debe ser tratada como un derecho esencial. “No se trata de ideología, sino de estrategia. Si el transporte público o la televisión autonómica se consideran servicios esenciales, también debería serlo el acceso a una alimentación justa”, señaló.
La operación contemplaría la adquisición del 60% del capital de la empresa, lo que permitiría al Gobierno tomar parte en las decisiones estratégicas y definir orientaciones públicas dentro del consejo de administración. El coste estimado de esta participación ronda los 660 millones de euros. El plan de financiación previsto incluye el uso de fondos europeos estructurales y del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, emisiones de bonos verdes y sociales, capital privado canario canalizado a través de la Reserva de Inversiones en Canarias (RIC), y recursos autonómicos. Según estimaciones técnicas, el retorno de la inversión se situaría en un horizonte de 10 a 12 años, mediante dividendos y revalorización del activo, sin contar el impacto indirecto en empleo, fiscalidad y dinamización del sector primario.
La propuesta parte de una constatación: Canarias importa más del 90% de los alimentos que consume. Esta dependencia, unida a la fragmentación territorial y los costes de la insularidad, genera vulnerabilidad ante crisis logísticas, subidas del transporte o alteraciones geopolíticas. Durante la pandemia, la caída del comercio exterior provocó episodios de desabastecimiento y un aumento de los precios en productos esenciales. Según Podemos, una participación mayoritaria permitiría al Gobierno autonómico garantizar el abastecimiento en situaciones de emergencia, planificar la logística interinsular y reforzar las reservas estratégicas.
Actualmente, casi la mitad de las compras de HiperDino ya provienen de proveedores locales. Con participación pública, se buscaría elevar ese porcentaje mediante políticas activas de compra de proximidad, favoreciendo la producción agraria, ganadera y pesquera del archipiélago. Esto, —según Podemos— permitiría reducir la dependencia exterior y mejorar la autosuficiencia alimentaria, al tiempo que se dinamiza el empleo rural y se combate el despoblamiento de las zonas interiores.
Otro de los objetivos declarados es la moderación de precios en la cesta básica. La entrada del sector público en la gestión permitiría establecer márgenes máximos en productos esenciales como leche, pan, huevos, frutas y verduras. Esto obligaría a las demás cadenas a ajustar sus precios para mantener competitividad, promoviendo una competencia real y reduciendo la inflación alimentaria que afecta especialmente a los hogares con menores ingresos.
La propuesta también contempla un plan de inserción laboral para colectivos vulnerables, reservando cupos de contratación para jóvenes sin estudios, personas con discapacidad, migrantes en situación irregular y víctimas de violencia machista. En colaboración con el Servicio Canario de Empleo, cabildos y entidades sociales, se pondrían en marcha programas de formación dual, acompañamiento y mentoría.
Uno de los elementos destacados de la estrategia es el impulso a la expansión nacional de la cadena. En febrero de 2025 se abrieron las dos primeras tiendas HiperDino Express en Mallorca, marcando el inicio de una nueva fase de crecimiento fuera del archipiélago. La formación morada plantea que esta presencia en la Península se amplíe y se convierta en un canal estable de exportación de productos canarios. Se buscaría facilitar la salida al mercado nacional de frutas, hortalizas, vinos, quesos y otros productos del sector primario insular, hasta ahora penalizados por los costes de transporte y la dificultad para competir en condiciones con operadores peninsulares.
La formación destaca que este tipo de operaciones no son inéditas. En Bulgaria, el Parlamento ha creado una red pública de supermercados con márgenes máximos del 10% para contener los precios. En Chicago, el Ayuntamiento ha impulsado la creación de un supermercado municipal para garantizar el acceso a alimentos en barrios empobrecidos. Por otro lado, recuerda, en Francia, el Gobierno frenó la venta de Carrefour a un fondo canadiense, considerando la distribución alimentaria como un sector estratégico de interés nacional. Justamente una de las empresas mejor posicionadas para hacerse con la empresa canaria actualmente.
Con más de 260 establecimientos, cerca de 10.000 empleos directos y una cuota de mercado que ronda el 30%, HiperDino es actualmente el principal operador de distribución alimentaria de Canarias. La empresa, de capital canario, tuvo una facturación superior a los 1.600 millones de euros en 2023 y se ha consolidado como uno de los pilares del sector comercial y logístico de las islas.
La gobernanza de la empresa resultante se estructuraría como sociedad de economía mixta, con gestión profesional, presencia de perfiles independientes en el consejo de administración, auditorías externas anuales y mecanismos de transparencia. El plan incluye la publicación de informes de resultados sociales, como el porcentaje de compras a proveedores locales o el impacto en precios, que serían remitidos al Parlamento para su fiscalización.
La propuesta será presentada en los próximos días. Según Idaira Afonso, se trata de abrir un debate profundo sobre el papel de lo público en sectores estratégicos y sobre el modelo de desarrollo económico del archipiélago. “El Gobierno ya participa o ha participado en empresas como RTVC, TITSA, Metropolitano de Tenerife, Bodegas Insulares, Litografía Romero, y hasta en empresas públicas hoteleras como HECANSA o en sociedades vinculadas al sector del juego como casinos. No parece desproporcionado que tenga también presencia en el principal canal de distribución de alimentos del territorio. La soberanía alimentaria también es una forma de libertad”, concluyó.