Doce comunidades autónomas se han plegado al Programa de Enseñanza de Lengua Árabe y Cultura Marroquí (PLACM) en España, sistema que se financia en parte por el reino de Mohamed VI y se puede aplicar a voluntad por las regiones desde 1985.
Desde que VOX alcanza representación y, en su momento, gobiernos, la expansión cultural árabe en España se limita. Madrid y Murcia (comunidad que inició este programa y hoy cuenta con más del 9% de población musulmana) han sido los primeros en pararla.
En el caso de Canarias, a pesar de la persistencia de los tres diputados que ayer defendieron en pleno, a través de su portavoz (Nicasio Galván), la Proposición No de Ley para suprimir la aplicación del Programa para la Enseñanza de Lengua Árabe y Cultura Marroquí en Canarias, esta gesta no ha sido posible. Para sorpresa ya de pocos, el freno ha sido el mismo que en el Congreso de los diputados, Andalucía y Castilla-La Mancha. Y no es otro que el Partido Popular.
Cabe recordar que el PLACM, impartido sin la fiscalización de inspección educativa por docentes elegidos y costeados por Marruecos, exige por estimaciones en costes por infraestructuras, recursos escolares y soporte logístico una media de dos millones de euros al año a nivel nacional.
Un coste “aparentemente inocuo”, subraya el portavoz, y que se agrava al hacer la suma entre regiones y tener en cuenta que los alumnos cada día son más y se imparte ya (de forma voluntaria) en quince centros de Canarias. “Máxime”, apostilla Galván, “cuando hoy he representado a VOX en la Comisión de Educación y todos hemos escuchado el coste de un alumno al año en un centro público -6.600 euros- y que esta cifra no permite a los estudiantes hacer excursiones por el aumento de los gastos en transporte ni visitar museos. Está claro que la necesidad y prioridad de nuestros menores en estos momentos no es formarse en cultura marroquí, si a pesar de ser voluntario implica un coste transversal y supone albergar a todos los menores regularizados procedentes de la inmigración ilegal que este curso se suman a las aulas públicas”.

Por ello, ha explicado el portavoz regional de VOX, en el día de ayer explicó ante unos mandatarios y miembros de la oposición que “nos insultaron por agoreros, fascistas y desinformados” que en este panorama histórico que estamos viviendo, “no resulta beneficioso para España que nuestros menores reciban formación de cultura marroquí, ligada fuertemente a su religión y que nos consta que ha sido la avanzadilla en algún centro escolar para hablar de la Marcha Verde como actividad escolar en su programa. Con la cercanía de la población saharaui en Canarias, revivir la invasión del Sáhara en 1975 no nos parece la manera idónea de favorecer la paz y seguridad de España. Aparte, que, si por consenso hemos retirado los crucifijos de las aulas, qué sentido tendría expandir ahora cualquier otra religión sin control alguno”, inquiere.
En este sentido, cabe resaltar del texto de esta proposición que se ha presentado al Parlamento, el caso de Ayman Adlbi, líder de la Comisión Islámica Española (entidad que gestiona con comunidades y Estado gestión de mezquitas y escuelas), responsable de una red yihadista que financiaba grupos cercanos a Al Qaeda en Siria. Como otro ejemplo, la PNL cita la detención en 2023 de un imán profesor de árabe que captaba menores para el Dáesh desde Madrid.
La cifra del alumnado es hoy por hoy 249 aunque VOX en Canarias hará un firme seguimiento de esta asignatura extraescolar que “tal y como ha demostrado Murcia, igual que se adoptó se puede retirar”, ha concluido el portavoz.