La presidenta del Grupo Parlamentario Socialista, Nira Fierro, ha reprochado este martes [9] en el Pleno de la Cámara regional al Gobierno de Canarias que presuma de cifras históricas en el sector turístico de las islas durante este verano mientras se deterioran las condiciones de vida de la ciudadanía canaria, y ha exigido medidas de control al turismo por parte del Ejecutivo autonómico.
Fierro intervino en una pregunta del Grupo Socialista al vicepresidente del Gobierno, consejero de Economía y líder del Partido Popular (PP) en Canarias, Manuel Domínguez, sobre las medidas que está adoptando el Ejecutivo para que el incremento de la riqueza derivado de las cifras turísticas llegue a toda la ciudadanía canaria, donde advirtió de que, en paralelo a esa bonanza, las condiciones de vida de la ciudadanía canaria se están deteriorando hasta volverse “casi insoportables”.
En este sentido recordó que, según los datos oficiales, julio de 2024 ha sido el mejor mes de la historia del turismo en Canarias, con cerca de 400.000 visitantes extranjeros más que en el mismo periodo del año pasado, y un incremento del 8% en el gasto. “El turismo rompe todos los registros y genera una enorme riqueza de la que ustedes, señor Domínguez, se enorgullecen”, señaló. “Pero con toda esa riqueza, ¿cómo es posible que para los canarios y canarias resulte cada vez más invivible, insano, asfixiante e imposible vivir en su tierra?”, cuestionó.
Vivienda, agua y servicios públicos al límite
Fierro destacó que la dificultad no se limita al debate sobre la implantación de una tasa turística, “medida que el PP rechaza de forma sistemática”, sino que se extiende a aspectos básicos de la vida cotidiana. “Es imposible acceder a una vivienda; es imposible para los propios trabajadores del sector turístico, para profesores y profesoras destinados en los municipios del sur o para el personal sanitario. La carestía expulsa a quienes sostienen los servicios públicos y la propia industria turística”, explicó.
La presidenta socialista denunció también la crisis hídrica que afecta a casi todas las islas, con especial gravedad en Lanzarote y Fuerteventura, donde los cortes de agua se han intensificado en los últimos meses, además de la saturación de las carreteras, la presión sobre los hospitales y la degradación del entorno natural.
Un territorio cada vez más ajeno para los residentes
Fierro relató ejemplos que evidencian cómo los canarios y canarias se sienten desplazados en su propio territorio. “Se le hace muy complicado al residente volver al charco donde se ha bañado siempre o al risco donde aprendió a pescar. Hemos pasado de las cañas y los camarones en un chiringuito popular a los beach clubs, inaccesibles para la mayoría. Un atardecer en El Teide es hoy una pelea de codos para sacar la mejor foto para Instagram; vemos cómo se llevan piedras de Timanfaya para subirlas a TikTok o cómo se pasea por lugares prohibidos pese a ser espacios protegidos”.
A su juicio, el modelo actual ha convertido al Archipiélago en un destino de masas que compromete la calidad de vida de los propios canarios y canarias. “No son cuatro locos los que reclaman medidas de control al turismo. Es la gente que quiere vivir bien en esta tierra, la que ya no la reconoce, porque hasta aquel lema de ‘Canario, conoce tu tierra’ resulta una ironía cuando incluso para los residentes es imposible disfrutarla”.
Un verano de récords y de carencias
Además, recordó que este verano se ha evidenciado con más claridad la contradicción entre los datos económicos y la vida diaria de los residentes. “Mientras los titulares para el turismo son de récord, los titulares para los canarios y canarias son de un verano sin casa y sin agua. Usted mismo habrá visto cómo ha estado todo, señor Domínguez, pero su Gobierno prefiere hablar de Cataluña y de enfrentamientos políticos en lugar de afrontar los problemas reales que sufrimos en Canarias”.
Fierro insistió en que es urgente abrir un debate sereno sobre el modelo turístico y su sostenibilidad. “El turismo debe seguir siendo una fuente de riqueza y empleo, pero no puede ser a costa de expulsar a la ciudadanía canaria de su tierra ni de deteriorar los recursos que nos hacen únicos. El Gobierno tiene la responsabilidad de equilibrar el desarrollo económico con la calidad de vida de la ciudadanía y la protección de nuestro territorio”, concluyó.