Cinco años de espera han merecido la pena sólo por vivir una Bajada como la acontecida este lunes en San Sebastián.
Veinte mil personas, según los datos aportados por seguridad, se congregaron este lunes en San Sebastián para recibir con los brazos abiertos a la Virgen de Guadalupe. Cinco años de espera para uno de los días más emocionantes que se han podido vivir en La Gomera.
Sobre las seis de la tarde llegó la Virgen a la playa al encuentro de los miles de fieles que allí la esperaban con ansias y que se afanaron en entrar en el agua para llevarla en volandas hasta el pórtico del Ayuntamiento donde las principales autoridades políticas, civiles y religiosas la recibieron con los máximos honores.
La comitiva formada por miles de devotos, la pequeña imagen y el resonar de chácaras y tambores formaron un cuadro inolvidable en unas Lustrales absolutamente multitudinarias y cuyo recuerdo será imborrable para todos los allí presentes.
Pero antes de que eso ocurriera, el santuario de la Patrona en Puntallana también fue casa para miles de fieles que quisieron acompañarla en su salida hacia el barco que iba a servir de transporte hasta la Villa. Decenas de embarcaciones lujosamente engalanadas acompañaron a la Morenita entre vivas y salvas en la que es la única romería marítima para una patrona insular en el Archipiélago.
La acogida en el Ayuntamiento sirvió para que miles de gomeros pudieran presenciar de primera mano a la Virgen, de quien el máximo regidor municipal, Adasat Reyes, destacó su valor como símbolo de unión entre todos los que residen en la Isla y entre quienes, por diferentes circunstancias de la vida, se han visto obligados a vivir fuera de La Gomera.
“Cinco años para el reencuentro entre la Morenita y su Pueblo, pero no sólo el de aquí, sino el de allí y el que trasciende las fronteras insulares y llega a América, especialmente a Venezuela y a otros rincones del mundo”, afirmó el alcalde, quien entregó el bastón de mando a la Virgen en señal de respeto y distinción.
Además del alcalde, también estuvieron presentes el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, el presidente del Cabildo, Casimiro Curbelo, y también el Obispo de la Diócesis Nivariense Bernardo Álvarez, quien profundizó en el valor de la Virgen como intercesora y en la devoción universal que es la Guadalupe para el pueblo hispano y latinoamericano.
Finalmente se vivió el que quizá fuera otro de los instantes del día más importante de las Fiestas Lustrales, el traslado de la imagen hasta la iglesia de la Asunción. Miles de personas y cientos de tocadores irrumpiendo con su sonido de verdadera piedad popular en un templo que será su casa de acogida hasta el próximo 24 de octubre cuando la imagen parta hacia el municipio de Alajeró.