José Antonio Cabrera. ASSOPRESS
Recientemente se ha publicado, en varios medios de comunicación de las Islas, que la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) había avalado la autorización de construcción del parque acuático Siam Park en la zona de El Veril, en San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), al haber rechazado la petición del colectivo Turcón-Ecologistas en Acción para que se suspendiera la resolución municipal que autorizaba dichas obras a la Compañía Loro Parque.
Los medios de comunicación interpretaron, así, que esta sentencia confirmaba la licencia de obra para la ejecución del Siam Park. ¡Qué bien habría sido! En este caso, hubiese sido una noticia formidable, pero la realidad es otra totalmente distinta y, en tal sentido, la Compañía Loro Parque quiere aclarar lo siguiente:
1) Lo que han resuelto los tribunales guarda relación con el cauce del barranco, y esta sentencia afecta únicamente a la impugnación realizada contra la licencia de obra de la ejecución del cauce –obra que, en la actualidad, está casi finalizada-.
2) Con respecto a la licencia de obra del proyecto de ejecución del Siam Park, su tramitación ha sido “denegada por el Ayuntamiento de San Bartolomé al considerar que su otorgamiento no se podía realizar hasta que estuviera aprobado el proyecto de urbanización del Parque”.
3) Desde el mes de octubre de 2017, y una vez otorgada la licencia de obra del cauce del barranco, por Loro Parque fueron presentados los proyectos de urbanización y el convenio de gestión, concertado y reparcelación ante el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana.
4) Tras todos estos meses de tramitación y cuando por esta representación se entendía que todos los trámites administrativos para el otorgamiento de la licencia solicitada ya habían sido superados, el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ha introducido una nueva exigencia que afecta al proyecto de ejecución de la obra de la glorieta que está desarrollando el Consorcio de Maspalomas –proyecto aprobado por el Ayuntamiento y en ejecución en la actualidad-, una carga que no corresponde a Loro Parque.
5) A pesar del tiempo transcurrido y de las decisiones adoptadas por el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana, se quiere imponer a Loro Parque una nueva carga urbanística que con anterioridad nunca había sido exigido.
6) Ante la tramitación realizada por el Ayuntamiento en el otorgamiento de las autorizaciones correspondientes, Loro Parque desde un principio ha planteado que la normativa actual no impide ni pone obstáculo alguno para que, tanto la licencia de urbanización, como la de parcelación y la de obra de Siam Park, se otorguen de forma simultánea, por afectar todas a un único propietario –en este caso, Loro Parque-, llegando incluso a ofrecer al Ayuntamiento garantías respecto al importe del proyecto de urbanización para que no existiera impedimento legal alguno para otorgar la licencia de obra del Siam Park.
Siam Park y Poema del Mar, atendiendo a su interés general y su alcance, fueron desde un principio discutidos y definidos en el mismo momento con las autoridades competentes. En la actualidad, el gran acuario de Las Palmas de Gran Canaria es una realidad, gracias a que todas las partes cumplieran lo convenido. En el caso de Siam Park, había más piedras en el camino, y aún hoy estamos a dos o tres años de que se pueda hacer efectiva la inauguración. Esto hace que este proyecto, que ha sido declarado de interés general y estratégico para la región, y que cuenta con el apoyo de todos los sectores implicados, sea un proyecto de aproximadamente diez años (desde su inicio en 2012 hasta su posible terminación en tres años). Esta circunstancia pone en peligro su viabilidad, al afectar plenamente al marco financiero previsto inicialmente para su ejecución.
No obstante, esperamos que, en el menor tiempo posible, los medios de comunicación, podrán finalmente comunicar que, efectivamente, las obras del Siam Park en Gran Canaria tienen “vía libre” y que pronto puedan estar cubierto los 600 empleos previstos, que buena falta hacen.