Noticias Tenerife Así fueron las multitudinarias marchas que recorrieron las calles de Canarias el 18M

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Así fueron las multitudinarias marchas que recorrieron las calles de Canarias el 18M

Miles de personas participaron el 18 de mayo en manifestaciones simultáneas en distintas ciudades de Canarias para expresar su postura sobre el turismo y el futuro del archipiélago

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El pasado domingo 18 de mayo, miles de personas se manifestaron en las islas del archipiélago canario y en varias ciudades de la península y Berlín bajo el lema “Canarias tiene un límite”. La movilización, convocada por la plataforma del mismo nombre junto a distintos colectivos sociales, expresó su rechazo al modelo económico actual, al que atribuyen consecuencias negativas como el impacto del turismo masivo, la especulación urbanística y un aumento de la desigualdad social.

Las estimaciones de asistencia a las manifestaciones varían significativamente según las fuentes. La Delegación del Gobierno en Canarias informó que aproximadamente 23.000 personas participaron en las distintas concentraciones celebradas en las islas. Tenerife registró la mayor afluencia, con aproximadamente 15.000 asistentes, seguida de Gran Canaria con 5.000, Lanzarote con 2.000, La Palma y Fuerteventura con 500 cada una, La Gomera con 100 y El Hierro con 90 manifestantes.

Por su parte, los organizadores ofrecieron cifras significativamente más altas, estimando una participación total de aproximadamente 147.000 personas en todo el archipiélago. Según sus datos, en Tenerife se congregaron entre 90.000 y 100.000 personas, en Gran Canaria 50.000, en Lanzarote 5.000, en Fuerteventura 1.500, en La Palma 600, en La Gomera 250 y en El Hierro 80.

Los manifestantes expresaron su rechazo al actual modelo económico que, según denuncian, prioriza el crecimiento turístico descontrolado por encima de la sostenibilidad ambiental y la calidad de vida de los residentes.

Entre sus principales demandas figura la paralización de diversos macroproyectos considerados perjudiciales para el entorno natural, como el hotel de La Tejita, la central hidroeléctrica de Chira-Soria, el proyecto urbanístico Cuna del Alma, el Circuito del Motor de Tenerife y los complejos hoteleros Riu Oliva Beach y Sandos Papagayo en Fuerteventura y Lanzarote.

Manifestantes ondean banderas independentistas canarias, una bandera comunista y la bandera palestina durante la marcha del 18M en Canarias.

Los organizadores también exigen la puesta en marcha de una moratoria real que frene la construcción de nuevos proyectos turísticos y regule el alquiler vacacional. Proponen además una revisión profunda de la actual Ley del Suelo y la creación de una Ley de Residencia que tenga en cuenta la capacidad de carga del territorio y garantice derechos básicos como el acceso a la vivienda, la sanidad y la cohesión social y, entre otros aspectos, salarios más altos.

Según el balance oficial de 2024, el sector turístico generó 22.000 millones de euros, lo que supone un incremento del 48 % en comparación con los niveles prepandemia de 2019. Además, el mercado interno aportó otros 2.000 millones de euros, creciendo un 50 % con respecto al año anterior, impulsado por un aumento del 19 % en la llegada de turistas.

En esta línea, el archipiélago recibió en 2024 —según cifras del INE— más de 15 millones de turistas, una cifra que multiplica con creces los poco más de 2,2 millones de habitantes que residen en Canarias. Ante esta intensa afluencia, los colectivos señalan que la “capacidad de carga” del territorio —es decir, la cantidad de personas que puede acoger sin deteriorar los servicios básicos ni la calidad de vida— se ha superado ampliamente. A su juicio, esto está generando tensiones en las carreteras por el aumento del alquiler de vehículos, sobrecarga en la sanidad y el transporte público, cortes de agua y reducción del caudal, así como también las dificultades para acceder a una vivienda, que vinculan al auge del alquiler vacacional. Por ello, reclaman que la nueva Ley de Residencia incluya criterios objetivos de sostenibilidad demográfica y garantías efectivas para el derecho a la vivienda de los residentes trabajadores, adaptados a las particularidades de un territorio insular de recursos y espacios limitados.

En paralelo a las demandas urbanísticas y residenciales, las protestas reclamaron también una profundización en la agenda socioambiental de las islas. En materia energética, los manifestantes plantearon la necesidad de una transición que apueste por instalaciones descentralizadas, la autogestión por parte de las comunidades locales y proyectos diseñados para armonizar con el entorno insular, al tiempo que rechazan la proliferación de macroparques eólicos y solares que, según critican, carecen de planificación estratégica y de consulta pública previa.

Del mismo modo, consideraron imprescindible la instauración de una tasa turística de carácter autonómico cuyos ingresos se destinen íntegramente a la conservación, vigilancia y restauración de los espacios naturales, así como a programas con fines sociales, con el fin de equilibrar los beneficios económicos del turismo con la protección del patrimonio ecológico. A ello sumaron la petición de medidas específicas para preservar el legado cultural canario —evitando el desarraigo y la homogeneización de tradiciones— y frenar la aculturación que vinculan a la turistificación masiva.

La protesta también centró su atención en la contaminación marina, al exigir una respuesta inmediata frente a los vertidos incontrolados de sustancias y residuos que, según los colectivos, amenazan la biodiversidad litoral y la salud pública. Tal es así que durante la movilización, los protestantes, vestidos con equipo de protección, simularon un emisario submarino frente al Cabildo de Tenerife y vertieron “agua fecal” sobre carteles con las imágenes de varios representantes políticos. Advierten que estas descargas —denunciadas de forma reiterada en redes sociales y recogidas en informes oficiales del Gobierno de Canarias— afectan a zonas clave para la pesca y el uso recreativo de la costa. Por ello, reclaman medidas correctoras y un refuerzo de los mecanismos de vigilancia y sanción.

Los organizadores de las protestas han advertido que, si no se adoptan medidas urgentes, iniciarán una “nueva etapa de lucha más firme, más directa y más incómoda”, que incluirá boicots a actos públicos, interpelación a políticos y ocupación de espacios turísticos simbólicos.

Reacción política frente a las protestas

La consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Jéssica de León (PP), ha reconocido la necesidad de debatir sobre la fiscalidad en el sector turístico en el marco de la reforma de la Ley turística y ha invitado a los grupos parlamentarios a participar activamente con propuestas.

Aunque comparte algunas preocupaciones de las recientes manifestaciones, De León se opone a “demonizar” el modelo turístico actual, destacando su impacto positivo en el desarrollo económico de las islas. Acepta que existen retos como el acceso a la vivienda, la gestión del agua y el transporte, parcialmente vinculados al turismo. La situación ha generado una crisis reputacional que afecta la formación profesional en el sector. No obstante, resalta un cambio de enfoque gubernamental donde se prioriza al residente además del turista.

Desde VOX, la diputada en el Parlamento de Canarias, Paula Jover, expresó su preocupación por el contenido de algunos mensajes exhibidos durante las manifestaciones del 18 de mayo. “Pancartas como ‘La invasión no viene en patera, viene en avión’ o ‘Tourist go home, migrants welcome’ en las manifestaciones de Canarias tiene un límite evidencian que hay mucho trabajo por hacer. El turista no es un enemigo y el que entra sin papeles es un ilegal”, señaló Jover.

Galván: “Sí queremos avanzar en la diversificación tendrá que ser siempre de la mano del turismo y no en contra”

En esa línea, el diputado Nicasio Galván (VOX) rechazó con contundencia las manifestaciones al considerar que “lo que se pretende es nuevamente criminalizar al turismo”. Según el parlamentario, las propuestas del movimiento —como una moratoria turística, una ley de residencia y la implantación de una ecotasa— suponen “un impuesto a las pernoctaciones” y, en su opinión, “envían un mensaje claro que ya está llegando a los países emisores de estos turistas”.

Galván también reprochó que, tanto desde el Parlamento como desde el Gobierno de Canarias, se haya optado por un discurso que, a su juicio, “no es directo a favor del turismo”, al señalar que “algunas reivindicaciones de estos movimientos hay que tenerlas en cuenta”. Frente a ello, defendió la postura de su grupo: “Por parte del grupo parlamentario VOX lo tenemos muy claro: al turista hay que poner la alfombra roja porque es realmente quien mantiene la economía de estas islas”.

El diputado cuestionó, además, la viabilidad de la diversificación económica sin el respaldo del sector turístico: “Hablan de diversificación, pero no veo propuestas encima de la mesa para lograr ese objetivo. ¿Cómo vamos a cuidar nuestros parques naturales, nuestras playas, a nuestros dependientes o desarrollar nuevas infraestructuras sin el dinero del turismo? A día de hoy es una utopía”, subrayó.

Galván también aludió a los cortes de luz que atribuye a la actual política energética, además recordó el incidente ocurrido en el aeropuerto de Gran Canaria, donde “una persona con un machete atemorizó e intentó robar a un taxista”. Según indicó, el suceso fue resuelto por la policía “gracias a su rápida intervención”, pero advirtió del efecto que podría tener en la imagen exterior del archipiélago: “¿Qué se cree? ¿Qué es lo que van a contar estos turistas cuando regresen a sus países sobre lo vivido en el aeropuerto de Gran Canaria? Las manifestaciones en contra de ellos, pues mucho nos tememos que así sea”. “Por lo que no podemos estar a favor de estas concentraciones y manifestaciones. Estamos a favor del sentido común. Estamos a favor de aquello que a día de hoy nos da de comer”, sentenció.

Por su parte, el PSOE ha mostrado su respaldo a las movilizaciones. En palabras de la secretaria federal de Política Económica y Transformación Digital, Enma López, las protestas “no son contra el turismo, sino contra un modelo en el que se lo quedan todo unos pocos” y comparten las demandas que proclaman dichas manifestaciones. La dirigente socialista subrayó la necesidad de aplicar la Ley de Vivienda para conseguir que los precios bajen y sean accesibles, así como de firmar un convenio autonómico de hostelería que garantice “salarios dignos” en todas las islas. Asimismo, aboga por un reparto más equitativo de la riqueza turística, “para que toda la riqueza que viene del turismo se reparta y se quede en este territorio maravilloso”.

Fierro: “Querer vivir bien no es ningún pecado, es una necesidad que tiene la gente en Canarias

En esa misma línea la secretaria de Organización del PSOE de Canarias, Nira Fierro, calificó este lunes como un “éxito” las manifestaciones, y exigió al Gobierno regional que “actúe ya”. “No puede hacer oídos sordos”, declaró ante los medios, instando al Ejecutivo a explicar por qué los grupos que lo respaldan votaron “en contra” de medidas como la implantación de una ecotasa por pernoctación y una regulación del alquiler vacacional.

Fierro subrayó que los ciudadanos del archipiélago aspiran a “vivir bien”, con “buenos servicios públicos” y “cuidando del entorno”. En ese sentido, manifestó que los socialistas están “bastante cansados” de que el Gobierno de Canarias “delegue toda su responsabilidad ejecutiva en mesas de trabajo y en teorizar sobre modelos”.

La dirigente del PSOE señaló que el Ejecutivo ha tenido “oportunidades” durante los dos primeros años de legislatura para tomar decisiones concretas, pero en el Parlamento, afirmó, se han rechazado muchas iniciativas. “Lo que estamos viendo en las calles de Canarias es un basta ya”, añadió.

Fierro lamentó la ausencia de una respuesta firme por parte del Gobierno ante un contexto que, en su opinión, exige “cambiar el rumbo” para garantizar una vida digna en el archipiélago. “Querer vivir bien no es ningún pecado, es una necesidad que tiene la gente en Canarias. Semana Santa tras Semana Santa, verano tras verano, vemos cómo tenemos cifras récord de llegadas de turistas, donde se incrementa el gasto del turista en destino, y es lógico que la gente quiera que se reequilibre esa riqueza y que vivamos bien”, afirmó.

Por ello, consideró que el Ejecutivo “debe escuchar y hacer”, en lugar de “delegar su responsabilidad en mesas de trabajo, en teorizar sobre lo humano y lo divino y no tomar ninguna decisión”. A su juicio, el Gobierno cuenta con “una herramienta perfecta” para actuar: las reuniones del Consejo de Gobierno. “No lo ha hecho porque no ha querido”, sentenció.

Podemos exige declarar la emergencia territorial

Desde Podemos Canarias también han exigido al Ejecutivo regional una reacción inmediata ante la magnitud de las protestas. La formación morada ha reclamado la declaración urgente de una “emergencia territorial” como respuesta institucional frente a lo que consideran un modelo agotado de turistificación masiva, colapso ecológico y exclusión habitacional.

“Este territorio está gritando: no aguanta más. No hace falta esperar a un desastre natural para actuar”, ha señalado Noemí Santana, secretaria general del partido, quien recordó que esta propuesta fue registrada ya como proposición no de ley en mayo de 2023. Entre las medidas que contempla están una moratoria turística inmediata, una ecotasa progresiva, la paralización de nuevos proyectos urbanísticos y la limitación de la compra de viviendas por parte de no residentes.

Santana subrayó que “lo que vimos no fue una manifestación más, sino una declaración de emergencia popular. Ahora le toca al Gobierno responder con hechos, no con excusas”.

Podemos advierte que, pese a batir récords turísticos, Canarias continúa encabezando los índices de pobreza y exclusión del Estado, y que esta paradoja refleja una falla estructural: “el modelo actual reparte beneficios fuera del Archipiélago, mientras deja dentro más precariedad, más presión sobre la vivienda, el agua y los servicios públicos”.

La dirigente insistió en que no se trata de pedir una utopía, sino “sentido común”: “No puede haber bienestar sin agua para habitar, sin barrios donde quedarse, sin suelo para vivir. O gestionamos el cambio ahora, o seremos responsables del colapso”.

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