El último número de la prestigiosa revista de viajes de National Geographic se recrea en Fuerteventura, de la que destaca que es la isla canaria más cercana al continente africano y una belleza desconocida con más de 150 kilómetros de playas.
La define como un paraíso de windsurfistas y kitesurfistas, y un destino ideal para los aficionados a la bicicleta de montaña y al senderismo.
La compañía aérea Canaryfly admira y se identifica con National Geographic porque, precisamente, comparte valores similares de sostenibilidad.
Ambas están comprometidas en mantener el carácter y la integridad de cada lugar que visitan, su entorno, cultura y patrimonio, así como el bienestar de sus residentes.
En el caso de Canaryfly hay un esfuerzo en ofrecer precios económicos para facilitar la movilidad interinsular.
Tanto National Geographic como Canaryfly creen que los poderosos efectos positivos de los viajes sostenibles van más allá de los beneficios económicos a corto plazo.
Hay un compromiso de Canaryfly en la optimización de la gestión de los recursos, la reducción del impacto derivado de su actividad y otros criterios para reforzar la protección medioambiental.
Como ejemplo de su responsabilidad, Canaryfly, junto con AENA, están llevando a cabo una campaña de reciclaje de material en los aviones. De esta manera, ha sido reconocida por su excelencia como gestor medioambiental con la certificación ISO 14001.
Estas son algunas de las razones por las cuales National Geographic elegiría a Canaryfly para viajar al oasis de placidez que es Fuerteventura.