La crisis volcánica de la Palma ha dejado decenas de imágenes impactantes, desde el propio fenómeno vulcanológico a las secuencias devastadoras de las evacuaciones y el dolor de todas y cada una de las familias afectadas, pero también ha dejado palpable un sustancial cambio en la percepción social de los animales, tanto de compañía como del sector ganadero porque desde el primer momento se asistió a la salida de las familias completas, es decir, con sus animales de compañía. Todos los que pudieron se llevaron consigo a sus compañeros de vida. Hemos asistido también al regreso a la zona evacuada cuando ha sido posible para buscar y recoger a los animales que posiblemente habían huido asustados y hemos visto a los servicios de emergencia y Guardia Civil recogiendo cabras, ovejas, vacas, gallinas, perros etc. para ponerlos a salvo.
Es esta, sin duda, una situación excepcional en la que el Colegio Oficial de Veterinarios de Santa Cruz de Tenerife quiere ante todo mostrar nuestra total solidaridad con todos los habitantes de La Palma, especialmente con aquellos que se están viendo afectados y queremos también ofrecer toda la ayuda posible no sólo en la situación actual sino en los tiempos difíciles que seguirán a la misma porque, como colectivo que siempre se ha caracterizado por nuestra implicación en labores sociales y solidarias, entendemos que todos debemos colaborar para que las familias rehagan sus vidas.
De forma previa a la erupción, se estableció un protocolo que hizo que se supiera qué había que hacer exactamente con los animales, dónde se debían llevar en caso de que no pudieran estar con sus familias así como disponer de lugares de reubicación en el caso de la ganadería. Una vez se produjo la erupción, el colectivo veterinario de Canarias ya estaba en contacto con la Unidad de Coordinación de Emergencias en comunicación directa con los responsables del Gobierno de Canarias y Cruz Roja.
Desde ese momento, los veterinarios de La Palma, coordinados por el vocal de La Palma en el Colegio, César Bravo Muñoz, establecieron un sistema de atención a los animales de compañía que se vieran afectados por la erupción y las evacuaciones de sus familias, ya que de los animales de ganadería, que están alojados en el Recinto Ferial de El Paso, se ocupa directamente la administración competente con sus propios veterinarios y en colaboración con los ganaderos. Este protocolo de atención de urgencia comprende cinco puntos.
En el primer punto se estableció el personal veterinario que se encarga diariamente de visitar los centros de evacuación y estancia temporal de personas con sus animales de compañía, que han sido alojados en el IES Eusebio Barreto de Aridane y en el Recinto de Protección Civil de El Paso. Allí se asesora sobre las condiciones de la estancia y se dan las instrucciones oportunas sobre la alimentación y cuidado de los animales, se hacen las revisiones necesarias y se derivan los animales heridos o enfermos a los centros veterinarios.
El segundo punto consistió en acordar la asistencia diaria a las instalaciones de algunas asociaciones y entidades protectoras de animales en las que están albergados animales sin propietario conocido o que no pueden estar con ellos. En este caso, se les asesora en relación a las condiciones de las estancias, se reconoce a los animales rescatados por si hubiera lesiones o dolencias y, en caso de que así fuera, se les deriva a centros veterinarios para su atención sanitaria.
En tercer lugar, y en coordinación con la Unidad Coordinadora de Emergencias, se ha acordado acreditar a veterinarios que acompañan a los técnicos y personal destacado por las autoridades (Policía, Guardia Civil, bomberos, protección civil, etc.), para la búsqueda y rescate de animales en la zona afectada, asesorar en su traslado y realizar una primera revisión del animal en el lugar.
El cuarto punto ha consistido en el envío de material sanitario desde el Colegio de Tenerife. El primer envío, que ha tenido continuación en una segunda remesa, ha permitido, desde el comienzo de esta difícil semana, disponer de un botiquín completo de medicamentos y posteriormente. Además, se está estableciendo la canalización de donaciones de más material que se reciban.
La quinta medida se ha adoptado a instancia de los propios veterinarios de La Palma y es que ellos mismos se encargan de coordinar las urgencias veterinarias de forma que los animales heridos o enfermos son derivados a los centros veterinarios dependiendo de la especialidad que precisen, de los medios y de la carga de trabajo de forma que no se deje de atender ninguna urgencia.
Además de estas acciones, los veterinarios, especialmente los de la zona afectada, son fundamentales para la recuperación de animales perdidos, ya que aquellos animales que cuenten con microchip y estén inscritos en la base de datos colegial ZOOCAN, son inmediatamente identificados y entregados a su familia, con el objetivo de reducir el estrés de las familias y la saturación de los centros de albergue.
Finalmente, el Colegio de Veterinarios de Tenerife quiere agradecer los numerosos ofrecimientos de colegiados de todas las islas para acudir como voluntarios a La Palma. A tal fin, se ha elaborado un listado por si esa medida llegara a ser necesaria, siempre en coordinación con la dirección de la Unidad de Emergencias, aunque por ahora la atención veterinaria en La Palma está asegurada con los profesionales de la Isla.