El tema de la violencia de género y el importante papel que los médicos juegan en este problema social se ha hecho hoy un hueco en el XV Congreso Nacional de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM). El Dr. Carlos San Martín, secretario de la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual y coordinador del Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud CIPSA en Santander, ofreció esta mañana una conferencia sobre los efectos que la violencia de género o la violencia sexual pueden ocasionar en la salud mental e identidad de la mujer, sobretodo en una etapa de gran vulnerabilidad como es la menopausia.
Otro de los temas del día fue la genética en la menopausia. Un 20% de las mujeres españolas con menopausia pueden no tener suficiente con la ingesta diaria recomendada de al menos 1 de los 10 nutrientes esenciales para una salud óptima. El Dr. David de Lorenzo, director técnico del área de Genómica Personal en la compañía NIMGenetics explicó la ayuda que la nutrigenómica (la relación entre genes y nutrientes) puede aportar a los médicos a la hora de descubrir cuáles son las vitaminas o nutrientes esenciales que necesita una mujer durante esta etapa.
La violencia de género, uno de los temas más presentes últimamente en los medios de comunicación y en la opinión pública, se ha abordado hoy en el XV Congreso Nacional de la Asociación Española para la Menopausia (AEEM) que se celebra hasta mañana en el Auditorio Alfredo Kraus de la capital grancanaria. El Dr. Carlos San Martín, secretario de la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual y coordinador del Centro Interdisciplinar de Psicología y Salud CIPSA de Santander, ofreció esta mañana una conferencia sobre los efectos que la violencia de género o la violencia sexual pueden ocasionar en la salud mental e identidad de la mujer, sobretodo en una etapa de gran vulnerabilidad como es la menopausia. Según indicó el Dr. San Martín, “La responsabilidad que tenemos los profesionales de la medicina para la detección y el abordaje de la violencia de género es fundamental”.
El secretario de la Academia Española de Sexología y Medicina Sexual habló en su ponencia de las consecuencias emocionales y psicológicas “extraordinarias” que padece una mujer víctima de este tipo de violencia, algo con lo que actualmente estamos muy sensibilizados en la sociedad y en los medios de comunicación.
La violencia sexual también es una forma de violencia contra la mujer en la pareja, muchas veces incluso difícilmente reconocible por la propia víctima, con un impacto emocional y psicológico muy fuerte. Dentro de las consecuencias psicológicas mencionadas, el Dr. San Martín hizo especial hincapié en las repercusiones psicopatológicas como por ejemplo el trastorno por estrés postraumático o la depresión, que llegan a afectar a prácticamente dos tercios de las mujeres víctimas de este tipo de agresiones. “También vemos con frecuencia que hay una mayor predisposición al abuso del alcohol o de otras drogas. El 20% de las mujeres pueden haber caído en el abuso de este tipo de sustancias e incluso el 18% de ellas han tenido la idea o intentos reales de suicidio”, explicó San Martín. Los trastornos de ansiedad, los vinculados a la autoestima, los trastornos sexuales o los trastornos alimentarios, son también muy frecuentes.
Violencia de género y menopausia
En esta etapa de la vida de la mujer, el Dr. Carlos San Martín señaló que tenemos que entender varias cosas: estaríamos hablando de mujeres que probablemente lleven expuestas bastante tiempo a una situación de violencia de género y por tanto ya vienen con las secuelas que la evolución ya en sí misma origina. Por otro lado, son mujeres que en un momento determinado como la menopausia, pueden estar en un estado de mayor vulnerabilidad desde el punto de vista psicológico (la propia menopausia puede generar una mayor debilidad emocional o favorecer trastornos depresivos) por lo que según explicó el especialista, “la mujer expuesta a violencia de género durante la menopausia multiplicaría en gran medida las posibilidades de tener alteraciones psicopatológicas con unas consecuencias muy graves”. La menopausia, por estos factores, puede ser una etapa especialmente negativa o con repercusiones graves en mujeres expuestas a este tipo de agresiones.
El conocimiento de la genética individual, clave para una salud óptima en la menopausia
La condición genética de una persona no cambia con la alimentación pero sí puede hacerlo la expresión de los genes, o lo que es lo mismo, la forma en la que estos funcionan según determinados alimentos. El ejemplo más claro lo tenemos con el azúcar: consumir azúcar en exceso cambia la expresión del gen de la insulina. Cuanta más azúcar tomamos, más insulina se segrega generando así un trastorno porque el organismo no sabe cómo regular la expresión de este gen de la insulina y es cuando aparece la diabetes.
El Dr. David De Lorenzo, director técnico del área de Genómica Personal en la compañía NIMGenetics habló esta mañana sobre cómo nos afecta el ambiente y la alimentación en la salud y nuestro metabolismo. La nutrigenómica es el estudio de la interacción entre genes y nutrientes (la alimentación se considera parte del ambiente). Y es que hay algunos genes que funcionan mejor o peor según algunos alimentos. No todos somos iguales genéticamente y por tanto también hay variantes genéticas que reaccionan mejor o peor ante determinada alimentación o ambiente. La nutrigenómica es una ciencia relativamente nueva por lo que es desconocida para muchas personas.
El Dr. Lorenzo explicó cómo se puede aplicar la nutrigenómica a la menopausia. Según señaló: “Este cambio a nivel molecular y genético que se produce en la mujer en la menopausia también está afectado por factores ambientales, entre ellos la alimentación, tanto a nivel de micronutrientes como pueden ser vitaminas y minerales como a nivel de macronutrientes como pueden ser carbohidratos y grasas. Este cambio en cómo responde el cuerpo de la mujer a estos factores ambientales a los que hasta entonces había respondido de una determinada manera puede producir determinados trastornos derivados de la menopausia”. La nutrigenómica intenta entender a nivel molecular cómo funcionan estos trastornos, realizar recomendaciones personalizadas en base a las características propias de cada mujer para optimizar su transición a la menopausia.
Mujeres que necesitan mayor ingesta de vitaminas y nutrientes esenciales
Según algunos de los estudios mencionados por el director técnico del área de Genómica Personal de NIMGenetics, “debido a la ausencia de estrógenos en la menopausia hay una mayor necesidad de micronutrientes como calcio y vitamina D. Hay una recomendación para la sociedad en general de cuál debería ser la ingesta diaria recomendada para mantener una salud adecuada pero hay un gran número de mujeres que no tendría suficiente con estas recomendaciones y necesitarían una mayor ingesta”.
Si analizamos diez vitaminas o nutrientes que pueden ser necesarios para la salud óptima de una mujer en esta etapa, podemos decir que un 20% de las mujeres españolas con menopausia pueden tener una necesidad mayor de al menos 1 de los 10 nutrientes esenciales para una salud óptima, es decir, no tendrán suficiente con la ingesta diaria recomendada y necesitarán un aporte extra de los mismos.
El Dr. Lorenzo señaló que a estas mujeres no las podemos identificar a simple vista sino que necesitamos llevar a cabo un estudio genético. Aquí la nutrigenómica puede ayudarnos a descubrir qué mujeres podrían tener esta necesidad extra mayor a la ingesta diaria recomendada permitiendo hacer recomendaciones personalizadas para modificar sus hábitos alimenticios en aras de preservar una salud adecuada. Este estudio genético puede realizarse con un poco de saliva para extraer el ADN y con él se podrán ver las necesidades específicas de cada persona.