En 2016 se impartieron 152 cursos en todo el Archipiélago en materias como transporte de mercancías peligrosas, extinción de incendios forestales, mediación policial o inmigración, entre otros temas.
La Dirección General de Seguridad y Emergencias, dependiente de la Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad del Gobierno de Canarias, ha formado durante el pasado año a 3.186 policías y personal de emergencias a través de los 152 cursos impartidos en el Archipiélago en materias como transporte de mercancías peligrosas, extinción de incendios forestales, mediación policial o inmigración, entre otros temas.
Entre las novedades de la oferta formativa del pasado año, destacan las charlas impartidas a policías locales y miembros del Cuerpo General de la Policía Canaria sobre el nivel actual de la amenaza yihadista, en las que participaron 141 policías de las dos islas capitalinas. Durante las charlas se analizaron conceptos claves en la lucha antiterrorista, como la tecnología de los atentados, la radicalización y características de los principales de los grupos, así como la demarcación física y virtual del terrorismo.
Comunicación de lenguaje de signos, inglés policial, así como manipulación y contención de fauna exótica y potencialmente peligrosa fueron otros temas abordados durante el pasado año, en el que los cuerpos de seguridad tuvieron también la oportunidad de actualizar sus conocimientos sobre las novedades legislativas relativas a la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana 4/2015.
Los miembros de la Policía Canaria participaron también de esta formación con un completo programa dirigido a la plantilla de este cuerpo policial, que se formó a través de 15 cursos específicos impartidos en materias como el uso de los desfibriladores externos semiautomáticos, instrucción de diligencias, así como técnicas operativas de inmovilización, defensa y traslado de detenidos, entre otros. En
los cursos de soporte vital básico y uso de desfibriladores, los agentes conocieron la secuencia de actuación, las normas de seguridad y el funcionamiento de estos aparatos, que permiten restablecer el ritmo cardíaco, reduciendo así la discapacidad y mortalidad por enfermedad cardiovascular.
Perfeccionaron también la destreza y habilidades en el uso del arma reglamentaria, a través de las prácticas de tiro realizadas trimestralmente a lo largo del año, periodo en el que se organizaron 304 acciones formativas relacionadas con el manejo y uso del arma.
Un centenar de voluntarios de Protección Civil participaron, asimismo, en el primer curso on line para este colectivo, impartido con el objetivo de coordinar y dotar de unas formación homogénea a los intervinientes en el sector de las emergencias.
Autoprotección en cabalgatas, extinción de incendios, rescate de víctimas en estructuras colapsadas y manejo de extintores centraron la oferta formativa dirigida a bomberos, voluntarios y agentes de emergencias.