El indicador crece un 0,8% en el primer trimestre del año, el tercer mayor incremento del país.
Tanto la percepción sobre el cierre de 2019 como las expectativas para el comienzo de 2020 siguen siendo negativas, pero mejoran respecto a octubre.
La construcción registra las peores previsiones, mientras que las actividades de servicios mejoran.
El Hierro presenta el retroceso más acusado y Fuerteventura frena su caída.
El descenso de la demanda y las dificultades administrativas ganan importancia como factores que limitan la actividad empresarial.
La confianza de los empresarios de las Islas ha experimentado una ligera mejora en los primeros momentos del nuevo año. El Índice de Confianza Empresarial ha registrado en enero un repunte del 0,8%, el tercero más elevado de todo el país. Los gestores de negocios en el Archipiélago mantienen una percepción desfavorable sobre sus resultados recientes y unas expectativas negativas para el futuro inmediato, pero el pesimismo se ha atenuado ante la moderación del deterioro económico, lo que se ha traducido en el aumento del indicador.
El presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Santiago Sesé, y la directora general de la institución, Lola Pérez, presentaron hoy esta nueva edición del estudio elaborado por los institutos de estadística nacional (INE) y canario (Istac), que devuelve el índice de confianza de enero a terreno positivo tras dos años consecutivos de descenso en ese mes. Así, en enero de 2018 se produjo una leve disminución (-0,1%) que se profundizó en la encuesta realizada un año después (-2,9%). En 2020, solo Aragón, con un alza del 2,1%, y Extremadura, con una variación ascendente del 1,7%, presentan mejoras más significativas que las de Canarias, en tanto que otras tres regiones (Murcia, Andalucía y Cataluña) avanzan un tímido 0,2% y el resto de las comunidades autónomas empeora sus registros.
El indicador de expectativas, que mide las opiniones de los empresarios sobre el trimestre que comienza, continúa ofreciendo una mayor proporción de respuestas negativas (24,6%) que positivas (14,3%), aunque la diferencia entre los que esperan que la marcha de su negocio será favorable y los que prevén que será desfavorable se ha recortado con relación a octubre (-10 puntos frente a -11). Son ya cinco trimestres consecutivos en que este saldo da resultado negativo. Además, los empresarios de las Islas son más pesimistas que los del conjunto del país (-5,9 puntos). Con todo, la estabilidad sigue predominando en las contestaciones de los gestores y propietarios de negocios, puesto que el 61,4% no contempla que se produzcan cambios ni a mejor ni a peor en el periodo comprendido entre enero y marzo.
En cuanto a la visión del tejido empresarial canario sobre el trimestre anterior (octubre-diciembre), recogida en el balance de situación, también las respuestas desfavorables (22,5%) son más numerosas que las positivas (18%). Pese a este saldo negativo de casi -5 puntos, de nuevo se produce una cierta mitigación respecto a los meses precedentes y, sobre todo, con relación a las expectativas que albergaban inicialmente los empresarios para este periodo, considerablemente peores (-11 puntos) que los resultados finalmente obtenidos. Al igual que ocurre con el indicador de expectativas, el dato de Canarias es peor que el nacional, que arroja una diferencia positiva de 1,9 puntos. También en este aspecto la estabilidad es la nota dominante de las contestaciones (un 59,5%).
El peso sobre la economía regional de sectores como el comercio y la hostelería contribuye también a que el primer trimestre de 2020 haya arrancado con una confianza empresarial superior a la de encuestas anteriores, al coincidir con la recién finalizada campaña navideña y con el inicio de la temporada alta turística que, si bien no se presenta tan halagüeña como la de ejercicios precedentes, se mantiene como un periodo decisivo para la actividad de las empresas. Asimismo, apunta la Cámara de Comercio tinerfeña, se han reducido algunos elementos de incertidumbre, como la que supuso la caída de Thomas Cook, cuyos efectos han sido parcialmente paliados mediante la recuperación de una parte de las plazas perdidas. La conformación de un nuevo gobierno en España con capacidad para legislar al margen de que sus políticas puedan ser acertadas o no- también aporta estabilidad, al igual que la posibilidad de un Brexit ordenado y negociado entre el Reino Unido y la Unión Europea. Igualmente, hay que reseñar la influencia positiva que puede haber tenido la rebaja de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China.
Ante este escenario, el presidente de la Cámara recomendó “prudencia y decisiones de política económica que estimulen el crecimiento y no lo obstaculicen”. “Es necesario que las medidas que se adopten -sea en materia fiscal, laboral o en cualquier otra- estén guiadas por la cautela y cuenten con el consenso de los agentes económicos”, afirmó Santiago Sesé. El dirigente cameral recordó que la desaceleración económica no se ha detenido y que sus efectos sobre el empleo son cada vez más visibles. “Hay que actuar para revertir la situación y tener sumo cuidado de no deteriorarla más”, indicó.
Sesé hizo referencia a las dificultades administrativas, uno de los factores que, según los encuestados, más limitan la actividad de las empresas. De hecho, su impacto negativo se ha incrementado en el estudio realizado en enero. “Los empresarios nos insisten en los problemas que representan los continuos retrasos que sufren sus expedientes. Precisamos de una administración eficiente que facilite el desarrollo y la inversión y no los frene”, señaló el presidente de la Cámara de Comercio.
Estas trabas burocráticas conforman, junto a las incertidumbres del entorno, un elemento que restringe el desempeño empresarial para un 30,7% de los encuestados. También la debilidad de la demanda gana importancia como factor limitador de la actividad en las Islas. Un 60,1% de los empresarios apunta esta causa como el mayor hándicap al que se enfrentan sus negocios para crecer, siete puntos más que hace un año. Las dificultades de financiación son un obstáculo para un 26,9% y su influencia negativa aumenta por primera vez desde el año 2013.
En cambio, se ha reducido la importancia del aumento de la competencia como factor que limita la actividad empresarial, probablemente como consecuencia de un menor ritmo en la creación de empresas, aunque sigue siendo relevante para un 47,8%. En un contexto de menor creación de empleo y dinamismo empresarial, la escasez de mano de obra adecuada también pierde peso como elemento limitador (un 18,5% de las respuestas destacan este factor).
Análisis por sectores
El análisis de la confianza empresarial por sectores revela que la construcción es el que más retrocede. Un 32% de los constructores creen que pueden ver reducida su actividad, frente al 25% del trimestre anterior, en tanto que las expectativas favorables pasan del 14% al 11%. El sector, en el que se habían depositado parte de las esperanzas de generación de actividad y empleo ante la bajada del turismo, no termina de despegar y es uno de los más afectados por el estancamiento de los proyectos en sus trámites administrativos.
Por su parte, la industria experimenta un descenso en sus expectativas de negocio, con un deterioro de las respuestas favorables (13%), que pasan a ser de normalidad (64%) o desfavorables (23%) en los primeros compases de 2020. A pesar de que este comportamiento se traduce en un retroceso del nivel de confianza del 3,2%, es la estabilidad en la actividad lo que más se acentúa.
El comercio ha vivido una buena campaña navideña, pero no tanto como la de hace un año. El 75% de los establecimientos mantuvo estable o incrementó su actividad durante esa temporada. Este resultado se traslada a las previsiones para la campaña de rebajas, aunque con un menor porcentaje de respuestas al alza (16%) y un aumento de la estabilidad (59%). Los empresarios del sector que estiman que su actividad retrocederá en el primer trimestre son el 25%, con lo que el saldo de expectativas se sitúa en -9 puntos. El índice de confianza del sector en Canarias mejora un 1,9% frente al descenso nacional del -2,2%.
Aunque su índice de confianza sube (un 0,3%, frente a un retroceso nacional del -2,7%), las empresas de la hostelería y el transporte siguen en pesimismo a las de la construcción, con un porcentaje de respuestas desfavorables del 31% para el primer trimestre. El saldo de expectativas se sitúa en -17 puntos y acentúa la negatividad del saldo de situación, que fue de -5.
Por contra, las empresas englobadas en el grupo de Otros servicios son las que mayor optimismo manifiestan, tanto en el ámbito nacional, con una variación del indicado en el primer trimestre del año del 0,9%, como en el canario, con un 4,4%. De hecho, las respuestas desfavorables son las más bajas del conjunto de sectores, con un porcentaje del 16% en los dos periodos de análisis.
Desde el punto de vista territorial, el último indicador de confianza empresarial ofrece resultados que contrastan con los de estudios anteriores. La isla que venía registrando un mejor comportamiento, El Hierro, es la que más retrocede, un 7,7%, y la que presentaba un mayor deterioro de la situación, Fuerteventura, consigue progresar, un 2,5%. Además de Fuerteventura, otros tres territorios mejoran sus datos: La Palma lo hace un 4,5%, Gran Canaria un 3% y La Gomera un 2,6%. A El Hierro la acompañan Tenerife (-0,1% y Lanzarote (-1,5%) en el descenso de la confianza de sus empresarios.