Con la información recabada, se ha pronosticado un escenario de baja peligrosidad a corto plazo.
El Comité Científico de Evaluación y Seguimiento de Fenómenos Volcánicos (CCES) ha concluido en la reunión mantenida esta tarde, dentro del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias (Pevolca), que los datos recogidos sobre la actividad sísmica en la Isla de La Pama desde el pasado sábado apuntan como posible origen a una pequeña intrusión magmática a gran profundidad. Sería, en todo caso, un fenómeno normal en zonas volcánicamente activas, si bien, en la Isla no se había producido en los últimos 27 años.
En el Comité, reunido bajo presidencia de la viceconsejera de Medio Ambiente y Seguridad del Gobierno de Canarias, Blanca Pérez, participó la directora de Seguridad y Emergencias, Nazaret Díaz; el subdirector de Protección Civil y Emergencias, Néstor Padrón; el subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife, Guillermo Díaz Guerra; María José Blanco, del Instituto Geográfico Nacional (IGN); Nemesio Pérez, del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), Vicente Soler, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Inés Galindo del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), Eugenio Fraile del Instituto Español de Oceanografía (IEO), Francisco Pérez Torrado, de la ULPGC, y técnicos de la Dirección General de Seguridad y Emergencias.
El Comité analizó los principales parámetros indicadores de la actividad volcánica en Cumbre vieja y los medios que conforman la red de vigilancia volcánica en la Isla. En este sentido, se hizo un repaso de los instrumentos de vigilancia existentes y de los equipos de refuerzo que se han ido instalando desde la tarde del martes, como nuevas estaciones sísmicas portátiles y una antena GPS.
Además, se han intensificado las mediciones de CO2 difuso y de la geoquímica del agua y se está llevando a cabo una monitorización hidrogeoquímica, termográfica e interferometría satelital. El grupo volcanológico del ITER también ha incrementado las campañas de medición de emanaciones difusas de gases en Cubre Vieja.
En los próximos días, un buque del Instituto Español de Oceanografía (IEO) realizará mediciones en aguas profundas próximas a la costa de la Isla para contribuir a la recopilación de datos sobre este fenómeno.
Con la información recabada, el Comité ha pronosticado un escenario de baja peligrosidad a corto plazo, pero se mantendrá la vigilancia para hacer un seguimiento de la evolución del fenómeno.
Desde el sábado hasta ahora, se han producido en torno a 300 microsismos, de los que solo tres han alcanzado una magnitud significativa (entre 2,1 y 2,7 grados). En las últimas 48 horas solo se han registrado dos movimientos de baja intensidad, por debajo de 1,5 grados.