Fernando Miñarro destaca que la intervención “es un ejemplo de lo que queremos para la isla, una infraestructura integrada en la naturaleza y que fomenta el desarrollo de otras actividades como el senderismo o la gastronomía local”.
El presidente del Cabildo de El Hierro, Alpidio Armas, explicó que en “esta legislatura, en colaboración con Turismo, estamos implementando una serie de obras de mejora en los miradores para sumar atractivos a la oferta turística de la isla”.
La Consejería de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias ha hecho entrega hoy al Cabildo de El Hierro para su gestión del Mirador de Jinama tras finalizar las obras de construcción y acondicionamiento que se han llevado a cabo. El acto de recepción ha contado con la presencia del director general de Infraestructura Turística el Gobierno de Canarias, Fernando Miñarro; el presidente del Cabildo de El Hierro, Alpidio Armas; el alcalde de Valverde, Antonio Chinea; y la consejera del Turismo de la institución insular, Lucía Fuentes.
Las actuaciones realizadas se enmarcan en el convenio entre el Gobierno de Canarias y el Estado para la rehabilitación de infraestructuras y equipamiento turístico, y han tenido un coste total de 499.706 euros. En concreto, se ha procedido a la construcción de un nuevo mirador integrado en el entorno, en el que se ha incluido un punto de información y aseos, y un voladizo de cuatro metros que se asoma al fuerte desnivel sobre el Golfo.
Según ha explicado el director General de Infraestructura Turística, Fernando Miñarro, “esta actuación supone, sobre todo, incidir en la diferenciación de la oferta turística de la isla con el objetivo de generar economía y empleo”. “La intervención es un ejemplo de lo que queremos para la isla, una infraestructura integrada perfectamente en la naturaleza, que se suma a la oferta turística desde la sostenibilidad, que aporta un valor añadido a la zona y que fomenta el desarrollo de otras actividades como el senderismo o la gastronomía local, entre otras”.
En este sentido, destacó que, según los datos de los que se disponen en Turismo de Islas Canarias, quienes visitan El Hierro suelen realizar un importante desembolso en establecimientos de restauración, comercio y actividades relacionadas con la naturaleza, y es un tipo de visitante que a la hora de elegir su viaje prima el descanso, el respeto a la naturaleza, la tranquilidad, el cuidado del entorno y la salud.
Fernando Miñarro añadió que “no se ha construido un edificio como tal, sino que se ha creado un espacio cubierto donde el visitante puede protegerse y disfrutar de unas impresionantes vistas del Golfo”. De este modo, se evita la aparición de un volumen contundente que transforme el paisaje circundante y que altere la visión tanto desde la carretera como desde la parte del Golfo. Además, el diseño potencia también la idea de recorrido como inicio y final del transitado camino de Jinama.
Por su parte, el presidente del Cabildo de El Hierro, Alpidio Armas, destacó la importancia que para el turismo de la isla tienen los miradores. Según explicó, “esta legislatura, en colaboración con la Consejería de Turismo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, estamos implementando una serie de obras de mejora en los miradores para sumar atractivos a la oferta turística de la isla, entre las que se encuentran las realizadas en este mirador, en el de Isora y, dentro de poco, el de La Playa, obras que convierten a estos lugares en sitios emblemáticos, agradables y accesibles para que sean visitados por las personas que visitan El Hierro y quienes viven en la isla”.
El mirador ocupa una superficie de 110 metros cuadrados y se ha proyectado de forma similar a la estructura existente, pero reinterpretada desde un lenguaje más moderno y complementada con el voladizo de cuatro metros. La estructura, que aporta un espacio de transición entre exterior e interior y un segundo mirador más resguardado al estar semienterrado, está realizada en hormigón armado visto, revestido en algunas zonas con tabla machihembrada y capa de acero. El pavimento, en el interior, lo constituye el propio hormigón de solera y losa de forjado, mientras que en el exterior se compone de piedra basáltica.