La Sociedad Canaria de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias señala que la UMI del centro no cubre la demanda hospitalaria y que con los pacientes críticos no se ‘juega’
La Sociedad Canaria de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SOCAMICYUC) quiere transmitir la preocupación de este colectivo, especialmente la de los 17 médicos que integran la Unidad de Medicina Intensiva del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria, por la situación de desbordamiento que está viviendo este centro hospitalario en los últimos meses.
Los especialistas canarios de Medicina Intensiva subrayan que el enfermo crítico debe ser siempre atendido con los mejores recursos tanto materiales como humanos, ya que precisamente estos pacientes son los más indefensos y en los que más peligra su vida, y que por motivos obvios no tienen lista de espera.
Para Sergio Martínez Cuéllar, presidente de SOCAMICYUC, se trata de un problema de dimensión de la Unidad de Medicina Intensiva (UMI), que ya no responde a la demanda poblacional que recibe, en concreto, este centro hospitalario: “El Insular se queda pequeño y la UMI con sus 24 camas no cubre la demanda hospitalaria”, señala. A esto se une, según los portavoces de SOCAMICYUC, un problema de gestión del Hospital, ya que aunque sí se dan casos similares en otros hospitales de la región, no en el mismo grado que está sucediendo en el Insular, afirman.
“Las unidades de medicina intensiva de todos los centros hospitalarios se ven desbordadas a veces por unos pocos días, pero lo preocupante de la situación actual es que en el Insular se ha demorado en el tiempo. Ya llevamos cuatro meses”, denuncian.
En estos momentos, la UMI del Hospital Insular cuenta con 30 camas, 6 de las cuales son provisionales, y se ha obligado a trasladar en los últimos meses hasta 10 pacientes más a la Unidad del Despertar y Reanimación del centro, única preparada para recibirlos. Es decir, que ha tenido picos de hasta 46 camas ocupadas. Los especialistas calculan que han atendido allí alrededor de 200 pacientes desde noviembre. “En urgencias no hay área de críticos. Hay un cuarto de paradas de tres camas para estabilizar el paciente crítico que llega, pero inmediatamente va a cargo de intensivos”, añaden.
La esperanza de vida aumenta, aumenta la oferta terapéutica de las patologías, aumentan los procedimientos invasivos, incluso la mayor esperanza de vida de enfermedades crónicas, explica el presidente de SOCAMICYUC.
“Si la estancia media de las patologías críticas oscila normalmente entre los 5 días, estas estadísticas se están disparando por encima de los 6, siempre teniendo en cuenta que los baremos de internamiento en críticos se mueven desde mínimos de 2 días hasta máximos de 60”, agrega.
Martínez Cuellar señala que el Insular atiende a más población que el Hospital Doctor Negrín, en parte, por ser el centro de referencia de la población del sur de Gran Canaria, que es la que concentra el boom del sector turístico en los últimos años. Además, reciben derivaciones del Hospital General de Fuerteventura y de los casos críticos que se dan en el San Roque Maspalomas.
“No sólo debemos tener en cuenta a la población canaria. En este caso las autoridades deben valorar los flujos poblacionales que también requieren servicios médicos del Hospital”, señala el presidente de SOCAMICYUC, que entiende que si esta crisis se ha atribuido principalmente a la epidemia de gripe, ha sido porque ha descompensado la atención ya al límite de pacientes con patologías crónicas (cardiovasculares, respiratorias y renales, entre otras).
Para dar una referencia en la misma isla, desde SOCAMICYUC anotan que “la UMI del Hospital Doctor Negrín cuenta con 32 camas y dispone de forma permanente de otras 6 en la Unidad de Críticos”. Esto hace que este servicio no tenga la problemática de su homólogo en el Insular. “La UMI del Hospital Doctor Negrín está aceptando derivaciones del Insular a cuentagotas para no verse colapsado a su vez”, explican.
La Sociedad Canaria de Medicina Intensiva señala varias causas de esta situación, destacando como la principal la falta de inversión en el centro por parte de la Consejería de Sanidad. Tampoco ayuda, señalan, la mala gestión del personal con una alta temporalidad y con profesionales destinados a unidades de pacientes críticos sin una formación previa.
“Una presión asistencial como la que se está produciendo no se puede atender sin disponer de los recursos suficientes”, alegan. Para estos profesionales del Hospital Insular, la sensación es que el centro es en estos momentos “la cenicienta” de la sanidad pública canaria.