La Asociación denuncia que el incremento de la subvención al 75% y la libertad de precios ha provocado un incremento de las tarifas, dejando sin efecto la ayuda para los canarios e impidiendo a los residentes en la península viajar a las Islas.
Canarios sin Alas (CSA) denunciará en Bruselas la actual política de regulación de precios y ayudas en las conexiones aéreas entre la Península y Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla. En la visita a la Eurocámara, que se realizará gracias a la invitación de Podemos, representantes de CSA se reunirán con parlamentarios europeos del propio Podemos, PSOE y el Grupo de Liberales y Demócratas; así como con dos funcionarias de la Comisión Europea.
La delegación -con presencia balear- también mantendrá encuentros con los representantes de los gobiernos de Canarias (CC) y Baleares (PSOE-Mes Mallorca) en la capital de la Unión Europea. El objetivo de estas reuniones será poner de manifiesto en las instituciones comunitarias que el sistema de precios y subvención actual no funciona, alejando a las Islas del resto de España y de Europa. Asimismo, insistirá en la necesidad de articular alternativas que mantengan un incentivo a la conectividad de las y los residentes en Canarias y Baleares sin perjudicar la del resto de ciudadanía y, en especial, la de los emigrados a otras comunidades autónomas.
El modelo actual de subvención viola derechos fundamentales y genera desigualdad de oportunidades. Tal y como recuerda Fernando Cabrera, presidente de CSA, “hay familiares que no han podido ir a entierros por no poder pagar los desorbitados precios que equiparan las tarifas a Canarias con los billetes a otros destinos intercontinentales”. “Los canarios, baleares, ceutíes y melillenses que residimos en la Península y que, evidentemente, nos empadronamos en nuestro lugar de residencia, perdemos el derecho a los descuentos en los vuelos a nuestro lugar de origen. Es como si al dejar de ser residentes también dejásemos de ser de nuestra tierra. Como si dejáramos a nuestras familias y amigos de lado. Como si tuviéramos que dejar de sentir por decreto la necesidad de regresar a casa por Navidad, a una boda, a cualquier evento familiar o incluso a un entierro”.
En paralelo, esta situación perjudica la economía de las Islas el expulsar a las y los turistas de los aviones en favor de los residentes e impedir que el empresariado de otros territorios y países hagan negocios en las Islas, violando la libertad de mercado. “Sería impensable que la carretera Madrid-Murcia sólo la pudieran usar murcianos y la pagáramos entre todos”, ha apuntado Cabrera antes de poner otros ejemplos como los de “equipos deportivos no profesionales que no pueden ir a disputar sus partidos, artistas que declinan participar en espectáculos o rodajes nacionales de cine que cambian de localizaciones porque se encarecen demasiado los costes de producción”.
Así, durante este viaje se trasladará la “urgente necesidad de estudiar otra fórmula en el marco de la normativa comunitaria”. “Eso es lo que vamos a buscar a Europa, una alternativa que no convierta a Canarias, Baleares, Ceuta y Melilla en territorios fuera de Europa”, ha concluido Cabrera.