La Consejería de Agricultura, Ganadería y Pesca del Gobierno de Canarias solicita a la Comisión Europea que aplique a la flota pesquera artesanal canaria un criterio de evaluación singular que contemple parámetros económicos, técnicos y medioambientales diferentes a los empleados para la flota industrial, evitando así un agravio comparativo que ocasiona “perjuicios a los intereses de los pescadores artesanos del Archipiélago y para el mantenimiento de la flota”.
La Consejería difiere de la decisión de la Comisión Europea al descartar las condiciones específicas de la flota canaria, dejando sin efecto la convocatoria de ayudas a la renovación de la flota pesquera del Archipiélago (Orden publicada en el BOC n.º 62, marzo de 2019), por considerar que “existe desequilibrio entre la capacidad pesquera y las posibilidades de pesca en el segmento de la flota de la región ultraperiférica al que pertenecerán los nuevos buques”.
Desde la Dirección General de Pesca del Gobierno regional se han realizado las correspondientes contestaciones a los requerimientos efectuados por parte de la Comisión sobre aspectos aclaratorios de la flota canaria y que se han basado en los datos proporcionados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, recogidos en el Plan Anual de la Flota vigente en el momento de la convocatoria.
La consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca, Alicia Vanoostende explica que “Canarias quiso sumarse a las ayudas para renovar una flota polivalente que precisa adaptarse continuamente a las necesidades de una pesca multiespecífica y multiarte. Se entendió que al enmarcarse dentro de una ayuda excepcionada para una zona RUP y flota artesanal, su finalidad era reforzar esas singularidades que permiten la sostenibilidad de este tipo de pesca”.
En este sentido, añade que “un análisis de sostenibilidad ambiental y económica basado en la división de una flota polivalente es inadecuado, y que la sostenibilidad de una flota polivalente multiarte y multiespecífica se debe evaluar bajo criterios de derivación de esfuerzo entre especies y de usos alternos de artes y embarcaciones de distinta eslora; la aplicación de una política de gestión pesquera basada en modelos industriales, tal y como plantea la Unión Europea (UE), está resultando perjudicial para la existencia de las flotas artesanales europeas y la supervivencia de los recursos pesqueros”.
Por último, Vanoostende subraya que “si no se contemplan nuestras singularidades, las repercusiones serán negativas para el mantenimiento de la flota artesanal canaria, porque se limitarán las ayudas a la sustitución de motores más eficiente y menos contaminantes, tanto principales como auxiliares y, por otro lado, tampoco se permitirá el apoyo al acceso de la propiedad del primer buque de pesca por parte de jóvenes pescadores”.