Cendro es un lugar especial destinado al entierro ritual de personas recién nacidas, neonatas, introducidas en el interior de vasijas de barro. Se van a realizar también estudios para determinar, en base a análisis de ADN, el género y relaciones de parentescos procedentes de muestras óseas.
La Dirección General de Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias ha encargado el estudio de los materiales arqueológicos recuperados durante dos campañas de excavaciones realizadas en el Cendro (El Portichuelo) en el municipio de Telde, con la idea de identificar aquellos que no han sido documentados y aportar una base de datos detallada con identificación de piezas óseas de neonatos humanos y de los demás materiales exhumados.
La directora general de Patrimonio Cultural, María Antonia Perera, explica que el yacimiento El Portichuelo se encuentra en una ladera erosionada de fuerte pendiente situada al norte del complejo de cuevas artificiales de Cendro y fue “un lugar especial destinado al entierro ritual de personas recién nacidas depositadas en el interior de vasijas de barro, cuyas paredes exteriores se encuentran quemadas y ahumadas, y siempre relacionadas con ofrendas alimenticias como cabras, ovejas, cerdos, moluscos marinos.. de animales en todos los casos inmaduros, depositados en cerámicas decoradas”.
Perera explica que la abundancia de vestigios arqueológicos es de tal envergadura “que implica necesariamente disponer de un equipo humano especializado, amplio, con instalaciones adecuadas para los primeros tratamientos y registros para abordar el inventario, estudio y análisis de los materiales recuperados durante las campañas de excavación arqueológica”.
Según el arqueólogo Julio Cuencia, coordinador del estudio, “se intentará determinar en lo posible la edad aproximada de las piezas encontradas. Se seleccionarán cuatro muestras orgánicas para su datación mediante Carbono 14”.
En total hay 2.834 piezas arqueológicas, de las cuales, 1165 registros corresponden a elementos óseos de neonatos humanos, 679 piezas óseas de ovicápridos y cerdos, 145 registros de malacofauna, 208 registros de fauna sin identificar, 657 registros de fragmentos y recipientes cerámicos, 124 registros de útiles líticos, 84 registros de fragmentos de maderas carbonizadas y 72 registros de semillas.
Se van a realizar también estudios para determinar, en base a análisis de ADN, el género y relaciones de parentescos procedentes de muestras óseas de los esqueletos neonatos. Igualmente se llevarán a cabo análisis de isótopos de estroncio para determinar el origen de las poblaciones, lo que constituye un estudio novedoso en el ámbito de la investigación arqueológica del Archipiélago canario. Este estudio se realizará en el marco de un proyecto más amplio, financiado con fondos europeos a través del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, que lleva por título, “Aislamiento y Evolución en las Islas Oceánicas. Intensificación agrícola desde el período indígena al período colonial en Gran Canaria”.