Morales recibió a las representantes de la Unión de Kellys de Gran Canaria y Tenerife.
Su reivindicación más inmediata es la contratación de 1.500 camareras de piso en Canarias antes del verano.
El aumento de cinco millones de turistas se ha saldado con un 20 % menos de camareras de piso.
Las Palmas de Gran Canaria, 23 de abril de 2018.- El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, se reunió hoy con las representantes de las camareras de piso de Gran Canaria y Tenerife, las kellys, y les ofreció el respaldo de la Institución a sus reivindicaciones por la sobrecarga de trabajo y las condiciones laborales a las que están sometidas en su día a día con sus consiguientes consecuencias para la salud del colectivo.
Morales recibió a la Unión de Kellys de Tenerife y Gran Canaria, así como a representantes de los sindicatos UGT, Sindicalistas de Base, e Intersindical Canaria, entre otros, quienes le solicitaron que intercediera para que se pueda constituir una mesa entre los empresarios del sector turístico y esta plataforma de trabajadoras, petición que el presidente aceptó para trasladar al sector esta solicitud de constitución de una mesa de trabajo.
La reivindicación más urgente, porque han hecho “mucho ruido, muchos viajes, pero aún no hay ningún cambio”, apuntó la Teresa Vega, representante de Gran Canaria, es que para este verano las plantillas sean incrementadas, ya que el incremento de cinco millones de turistas de los últimos años no solo no se ha visto compensado con el aumento del número de camareras, sino que se contabilizan un 20 por ciento menos.
Canarias cuenta con casi 19.000 camareras de piso, solicitan un aumento de al menos el 8 por ciento antes del verano y que alcance el 16 por ciento a medio plazo, lo que supone la contratación de unas 1.500 personas en primera instancia y posteriormente otras 1.500, algo que además contribuirá a bajar la tasa de paro.
Y es que estas mujeres, que en ocasiones se retiran a los 45 o 50 años con enfermedades comunes cuando en realidad son laborales, otras de sus reivindicaciones, tienen que limpiar en ocho horas veinte habitaciones o más, incluidas las limpiezas a fondo que conllevan las salidas de turistas. Ello si trabajan en un establecimiento de 4 estrellas, si la categoría es inferior, el número de habitaciones que les toda limpiar aumenta. Problemas cardiovasculares, hernias, y sobrecarga mental son algunas de las consecuencias.
También piden al Gobierno canario, con cuyo presidente se reunirán próximamente, que intervenga en un aspecto que le atañe directamente, y es que la Inspección de Trabajo realice su labor, ya que no puede ser, apuntaron, que de 800 denuncias solo 4 hayan acabado hablando de “indicios” de sobrecarga.
Antonio Morales también hizo referencia a la sobrecarga para los servicios públicos sanitarios que produce el hecho de que las mutuas no asuman estas dolencias como enfermedades laborales, otra de las reivindicaciones del colectivo junto a la regulación de la jubilación anticipada por este concepto y la habilitación de la segunda actividad.
“No se trata de un aumento de prestaciones, que también, sino de la defensa integral de la salud del colectivo”, apuntó Morales, quien consideró sus demandas de justicia.
Tras todas sus reivindicaciones aún sufren “jornada maratonianas”, concluyó Vega, y eso que no hay nada “más bonito al llegar a un hotel que la limpieza”, hay establecimientos sin restauración u otros servicios, pero sin limpieza ninguno puede funcionar y también se trata de ofrecer un servicio de la mayor calidad posible al turista, fuente de sustento de Canarias, concluyó la representante de las kellys, así autodenominadas por ser “las que limpian”.