El personal científico estudiará también los cambios morfológicos en el fondo marino y las posibles salidas de gases de origen volcánico o hidrotermal.
El buque oceanográfico Ramón Margalef del Instituto Español Oceanográfico (IEO) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) llegará hoy a La Palma para estudiar los efectos en el ecosistema marino de la erupción volcánica que comenzó el pasado domingo en esta isla. Además, a bordo del buque, el personal científico realizará un completo estudio geomorfológico del suelo marino ante la posible existencia de focos de emisión bajo el mar.
El buque del IEO-CSIC zarpó el pasado martes de Vigo con carácter de emergencia para dar respuesta a los requerimientos del comité científico del Plan de Emergencia por riesgo Volcánico de Canarias (PEVOLCA), con el objetivo de llevar a cabo un estudio oceanográfico multidisciplinar exhaustivo de la zona sur-oeste de la isla de La Palma. El Margalef llegó anoche al puerto de Santa Cruz de Tenerife, donde, una vez embarcados el personal científico y material específico, pondrá rumbo a La Palma para dar apoyo al estudio y seguimiento de la erupción volcánica. Está previsto que lleguen directamente a la zona de operaciones durante el día de hoy.
En total, el personal científico está compuesto por ocho investigadores e investigadoras (Geología, Microbiología y Oceanografía), además de dos técnicos en I+D+I y el piloto del dron. Por una parte, estudiarán los procesos biológicos asociados a la llegada masiva de cenizas volcánicas al mar, así como la posibilidad de la llegada de la colada volcánica al océano. Además, recogerán muestras del fondo marino, de agua y de organismos para tener una imagen completa del funcionamiento del sistema volcánico de La Palma.
Por otro lado, se estudiará la posible existencia de focos de emisión bajo el agua que pudieran emitir gases o lava. Para ello, en primer lugar, mediante el uso de ecosondas, se realizarán cartografías de muy alta resolución para identificar y caracterizar estructuras asociadas a procesos activos y analizar la deformación sobre la morfología del terreno. En segundo lugar, se recogerán muestras de corales, capaces según los investigadores del proyecto, de almacenar en sus esqueletos calcáreos gases precursores de las emisiones volcánicas y tener así, un marcador biológico de la secuencia completa del proceso eruptivo bajo el mar. Y en tercer lugar, se realizará un estudio de las propiedades físico-químicas del agua para detectar anomalías y la posible existencia de flujos hidrotermales o magmáticos, variaciones de temperatura, salinidad, pH, emisión de especies reducidas, posible disminución de la concentración de oxígeno disuelto e incremento de las concentraciones de nutrientes inorgánicos, entre otros parámetros.
En 2018, en el marco del proyecto VULCANA para el seguimiento de la actividad volcánica submarina en Canarias que lleva a cabo el IEO desde hace 10 años, y debido a la reactivación sísmica detectada en esas fechas en La Palma, los científicos, a bordo del buque Ángeles Alvariño, llevaron a cabo una campaña de investigación al oeste y sur de la isla con el objetivo de detectar emisiones submarinas o signos de actividad volcánica en el fondo.
Las cartografías de alta resolución obtenidas entonces, junto a la detallada caracterización de los parámetros físico-químicos del agua y el fondo marino que se realizó, permitirán ahora comparar los resultados y detectar con mucha precisión cambios en la morfología del terreno y anomalías en las propiedades del agua.
El equipo científico, compuesto por oceanógrafos y geólogos marinos del IEO-CSIC, IGME y ambas universidades canarias, cuenta con una larga experiencia en el seguimiento de la actividad volcánica submarina en Canarias. Desde la erupción submarina de El Hierro hace 10 años, han liderado más de 30 campañas oceanográficas, decenas de proyectos nacionales e internacionales y han publicado cerca de 50 artículos científicos especializados en ambientes volcánicos submarinos.
Este estudio, que ha supuesto un gran esfuerzo logístico y de organización en los ajustados calendarios de los buques oceanográficos del IEO-CSIC, aportará información complementaria sobre el desarrollo del episodio eruptivo en la isla de La Palma, lo que permitirá tener una imagen más completa del funcionamiento del sistema volcánico de la isla, y generar conocimiento científico a partir del cual se pueda contribuir a mejorar los sistemas predictivos y de alerta temprana que contribuirían a minimizar el impacto de estos fenómenos naturales sobre poblaciones e infraestructura.
El Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC), es un Centro Nacional del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, dedicado a la investigación en ciencias del mar, especialmente en lo relacionado con el conocimiento científico de los océanos, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y el medio ambiente marino. El IEO representa a España en la mayoría de los foros científicos y tecnológicos internacionales relacionados con el mar y sus recursos. Cuenta con nueve centros oceanográficos costeros, cinco plantas de experimentación de cultivos marinos, 12 estaciones mareográficas, una estación receptora de imágenes de satélites y una flota compuesta por cuatro buques oceanográficos, entre los que destaca el Ramón Margalef y el Ángeles Alvariño.