La Asociación de Viticultores y Bodegueros de Canarias (AVIBO) expresó este viernes en un comunicado su “profunda preocupación” por la gestión que la Administración está llevando a cabo tras la detección de la plaga de filoxera en Tenerife.
La organización explicó que desde que se conoció el problema activó un equipo de trabajo multidisciplinar que elaboró un “exhaustivo” Informe Contingente de la Filoxera de carácter científico-técnico, remitido a las autoridades competentes una semana después, con el objetivo de “aportar un marco coherente y sensato para la toma de decisiones”.
El 18 de agosto, AVIBO trasladó nuevamente su postura a la Administración ante “la deriva que estaba tomando la situación y las incoherencias detectadas”. En esa comunicación insistió en la creación de un Comité de Crisis Técnico y en la adopción de medidas “proporcionadas, fundamentadas en criterios científicos, que garantizaran tanto la protección de los derechos de los afectados como el tiempo de reacción necesario para anticiparse a escenarios más complejos”. Todo ello en la búsqueda de “establecer un modelo de gestión basado en el liderazgo y la colaboración”.
Ante la “alarma generada” entre los viticultores por la “desproporción de las medidas anunciadas”, AVIBO volvió a trasladar el pasado jueves (21) por escrito su posición. En el texto, la asociación advirtió que “la exigencia de un informe técnico para todas las vendimias destinadas a bodegas ubicadas fuera de las comarcas tradicionales resulta inviable desde el punto de vista operativo”, ya que supondría inspeccionar más de 1.000 parcelas en pleno periodo de vendimia, sin contar con los recursos humanos necesarios para hacerlo. Según AVIBO, “una medida de este alcance, lejos de aportar soluciones, podría terminar colapsando la campaña en curso”.
En cuanto a la dimensión del problema, AVIBO subrayó que los datos oficiales reflejan “únicamente 30 cepas infectadas en un radio muy reducido, gran parte de ellas en una finca de titularidad del propio Gobierno”. Frente a esto, recordó que en Tenerife existen más de 3.000 hectáreas de viñedo y más de 10 millones de cepas, por lo que considera que las medidas deberían centrarse en la delimitación y control estricto de la zona afectada, junto a una vigilancia reforzada en el resto de la isla. “En ningún caso se sostienen restricciones indiscriminadas entre comarcas donde no hay presencia de filoxera, ni mucho menos medidas de imposible ejecución”, señalan los viticultores.
La asociación también cuestionó el modelo organizativo actual del sector por parte de la administración, al que calificó de “inoperante”. Según AVIBO, la adopción de “medidas populistas, infundadas y desproporcionadas, alejadas de criterios científicos y económicos”, es una “amenaza” a la viabilidad de una actividad que ocupa la segunda posición en superficie de cultivo del archipiélago, con casi 7.000 hectáreas y más de 8.000 viticultores.
La entidad recordó además que este modelo ha contribuido al “declive continuado del sector durante más de una década”, con la pérdida de más de 300 hectáreas al año, la ausencia de relevo generacional y el rechazo de una subvención de más de un millón de euros para el saneamiento de variedades. “Una ayuda que habría permitido mejorar el rendimiento de las explotaciones, frenar el abandono y afrontar con mayores garantías una crisis como la actual”, agregó.
Finalmente, AVIBO afirmó que su actuación “desde el inicio ha sido coherente, rigurosa y responsable, guiada por la defensa del modo de vida de miles de viticultores y de un sector estratégico para Canarias”. Y sentencian: “Nuestro deber es velar por la viabilidad presente y futura del viñedo y del vino canario. Solo un abordaje basado en el rigor científico, la proporcionalidad y la colaboración permitirá superar esta crisis sin comprometer de manera irreversible al sector”, han dicho.
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