Así lo ha anunciado esta mañana el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas, Narvay Quintero, quien ha destacado el esfuerzo por consolidar la población de abeja negra canaria, raza autóctona.
El sector apícola de Canarias ha aumentado la producción de miel un 27% en los últimos tres años, pasando de 394.809 kilogramos en 2015 al los aproximadamente 520.000 kilos con el que se espera cerrar la cuantificación de 2017. Ese es uno de los datos aportados por el consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, en una comparecencia sobre la situación del sector en el pleno del Parlamento de Canarias celebrado esta mañana.
Según datos oficiales, desde 2014 se ha producido además un aumento en el número de colmenas del 13,8%, pasando de 32.999 a 37.555, y consecuencia de ello la producción ha crecido. Quintero ha manifestado la importancia de esta especie para el mantenimiento de la biodiversidad “en todo el Planeta” y ha indicado que el sector “está viviendo un proceso de crecimiento en todos sus niveles, tanto en cantidad, debido al aumento del número de colmenas, como en número de explotaciones, en kilogramos producidos” y destacó la “apuesta decidida de los productores por la calidad que, por ejemplo, ha llevado a la obtención de sellos de calidad como el de la denominación de origen Protegida Miel de Tenerife”.
Este proceso de crecimiento, ha añadido Quintero, responde a una “progresiva profesionalización” y una labor de promoción que “ha elevado la aceptación por parte de los consumidores que apuesta más por esa calidad que representan las mieles de Canarias”.
El consejero ha destacado el trabajo conjunto del propio sector y las administraciones “abogando por el mantenimiento y protección de la abeja negra canaria, como raza autóctona” y ha recordado que en 2014 se emitió la orden por la que se extendían a Gran Canaria las medidas especiales de protección, conservación, recuperación y selección, línea de trabajo que se inició en La Palma, Lanzarote y Fuerteventura en las que se prohibió la explotación y tenencia de abejas que no fueran negra canaria, por razones de protección de la biodiversidad y facilitar el proceso de selección y actuación frente a infecciones. “Los buenos resultados obtenidos en estas tres Islas y los estudios genéticos llevados a cabo en Gran Canaria han llevado a los apicultores y al Cabildo de aquella Isla a solicitar, como así se está haciendo, medidas similares allí”, ha apostillado.
Esta raza tiene unas características que muestran su idoneidad, como por ejemplo los altos niveles productivos, su gran resistencia, capacidad de adaptación al entorno y las condiciones de mansedumbre y manejabilidad que demuestra.
Narvay Quintero ha añadido que, además de los 540.000 euros anuales procedentes del POSEI para productores que trabajan con esta raza de abeja, se destinan otros 61.000 euros que van dirigidos a proporcionar asistencia técnica a los apicultores y agrupaciones de apicultores para que puedan contratar servicios veterinarios externos y laboratorio (al que se destina el 7% del total), la divulgación mediante la edición de folletos, publicaciones y material audiovisual (3%), trashumancias (6% de la dotación presupuestaria), análisis de la miel (3%) y la partida más destacada que es la de la lucha contra la varroosis, a la que se destina el 81% de la dotación presupuestaria.