Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias.
Recientemente han salido a los medios de comunicación, atacando a las Mareas Blancas de nuestras islas, los corifeos sindicales del Consejero Baltar en el llamado “Compromiso para la mejora de la Sanidad Pública”. En las movilizaciones de las Mareas Blancas del 19 de Mayo participaron sectores ciudadanos, de pacientes, asociaciones, sindicatos y partidos políticos que piensan que la Sanidad Pública Canaria tiene arreglo, quienes piensan que las políticas del Gobierno de Canarias basadas en promesas, engaños y lucro, léase privatización, no son el camino y que solo llevan al deterioro de la Salud de la ciudadanía.
Se echó de menos ese día el grado de participación que diferencia una movilización “combativa”, que lo fue, de los sectores más conscientes y organizados, de otra en la que la presencia de un elevado número de personas desborda dichas características y la convierten en “definitiva”, tanto para el avance del movimiento social como para el retroceso de las políticas impugnadas por este. En parte es comprensible que mucha gente se haya desorientado y desmoralizado cuando los sectores más avanzados se ven boicoteados por los sectores más rezagados y complacientes con la estrategia diversionista y divisionista del Consejero Baltar, basada en el llamado “Compromiso” un simple documento de intenciones con propuestas que siguen apostando por las concertaciones privatizadoras y lleno de promesas que se han repetido a lo largo de los años y que nunca se han cumplido.
Alguno de esos boicoteadores, firmantes del citado “Compromiso”, practican un sindicalismo más amarillista que de clase y por eso ignoran que nunca se debe violentar ante la patronal, en este caso la Consejería de Sanidad, la solidaridad y unidad con quienes luchan de modo decidido por objetivos comunes. Aunque ya no nos extraña al conocer su nulo cuestionamiento de la política de conciertos, ya que les parece de lo más normal que exista una potente Sanidad Privada potenciada con dinero público en vez de plantear lo que, precisamente por eso, una organización de clase que se precie plantearía, es decir, la conversión en públicas de aquellas empresas de derecho privado que se financian con fondos públicos. También plantean sin rubor que las listas de espera simplemente forman parte, junto a la concertación privada, del conjunto estructural de la atención sanitaria en Canarias al necesitarse mutuamente justificándose, por tanto, la continuidad de la situación. Otras cosas que forman parte de ese “paisaje” y por lo visto no quieren ver son, en primer lugar el hecho cierto de que las listas de espera matan, las irregularidades manipuladoras en la gestión de las listas de espera, las coacciones y amenazas (de exclusión de la lista de espera que luego se materializa) a pacientes que se niegan a ser derivados a la sanidad privada, el fraude laboral del Grupo San Roque con el personal sanitario de ambulancias del sur de Gran Canaria, la tremenda sobrecarga laboral del personal que realiza la labor de hasta 4 personas por plazas no cubiertas, etc, etc.
Y que quede claro que diferenciamos la actuación de determinados dirigentes de la que tienen afiliados y afiliadas que nos mostraron su malestar con esa postura y nos hicieron saber de las presiones y las campañas en contra de la movilizaciones de las Mareas Blancas, de las contramedidas gubernamentales, de vídeos anónimos (según fuentes de todo respeto presuntamente editados por la propia Consejería), y demás escritos y declaraciones que no pudieron evitar la respuesta del sábado 19 de mayo en las calles de toda Canarias. Mejor hubiera sido gastar el dinero empleado para ello, y el que se gastan en publicidad, en contratar personal para acabar con las listas de espera. Esperamos que los “compromisarios” reflexionen y vuelvan al sendero de la ciudadanía para que entre todos y todas podamos lograr “definitivamente” una Sanidad Pública de Calidad para el pueblo canario.
Mientras tanto, la lucha continúa y sabemos que seguiremos contando con la colaboración de medios informativos, a pesar en algunos casos de las presiones de altas instancias, y con el apoyo de la ciudadanía y de asociaciones y sindicatos que han apostado por defender la Salud como derecho frente a su conversión en negocio. Por último, pedimos a los partidos políticos que nos han apoyado que continúen la presión en las instituciones públicas, pues también desde ellas pueden salir soluciones para la Salud y la Sanidad Pública de Canarias.