La Policía Nacional detiene en total a 293 personas que usaron permisos de conducir venezolanos falsos para obtener el carnet español.
Los detenidos obtenían la documentación falsa a través de redes sociales, donde grupos criminales ubicados en Venezuela les cobraban una media de 90 dólares y se comprometían a entregarles vía postal la licencia venezolana para conducir en dos o tres días
Las detenciones se han producido en Alicante 35, Málaga 24, Valladolid 28, Zaragoza 8, Madrid 67, Murcia 9, Tenerife 65, Sevilla 7, Toledo 14, Las Palmas 6, Jaén 3, Asturias 8, Ciudad Real 4 y San Sebastián 15
Agentes de la Policía Nacional, con la colaboración de la Dirección General de Tráfico, han detenido a 293 personas por falsedad documental al haber obtenido el carnet de conducir español utilizando permisos de conducir venezolanos falsificados para el proceso de canje. Los detenidos conseguían la documentación falsa a través de las redes sociales, donde grupos criminales ubicados en Venezuela les cobraban una media de 90 dólares, comprometiéndose a entregarles la licencia venezolana falsificada en dos o tres días.
Las detenciones se han producido en Alicante 35, Málaga 24, Valladolid 28, Zaragoza 8, Madrid 67, Murcia 9, Tenerife 65, Sevilla 7, Toledo 14, Las Palmas 6, Jaén 3, Asturias 8, Ciudad Real 4 y San Sebastián 15
La investigación se inició por la detección en territorio español del uso masivo de permisos de conducir de Venezuela falsificados. Al ser falsos, los poseedores de los mismos no pueden acreditar que dispongan de un permiso de conducir legal obtenido tras la adquisición de unos mínimos conocimientos técnicos, con el consiguiente peligro para la seguridad vial.
Para obtener el carnet de conducir español mediante el proceso de canje los ciudadanos venezolanos que residen en nuestro país deben presentar en las sedes provinciales de la Dirección General de Tráfico su carnet de conducir venezolano, el cual debe cumplir unos determinados requisitos.
Desde agosto de este año, en Venezuela se emite un nuevo formato que no cumple con los requisitos legales requeridos para el proceso de canje, por lo cual estos ciudadanos recurrían a grupos criminales para conseguir una falsificación del formato anterior. El contacto se realizaba a través de redes sociales, y estos grupos se comprometían, tras un pago de 90 dólares, a entregárselo en dos o tres días, vía paquetería postal.
Una vez en posesión del carnet falso, presentaban el mismo en las sedes provinciales de la Dirección General de Tráfico para obtener a través del proceso de canje establecido la licencia de conducción española, lo que les permitía circular libremente por las carreteras de la Unión Europea.