Tenbel en Tenerife, Real Madrid y Titsa
Nuestro corresponsal desde Madrid, colaborador del periódico, el amigo Gascón del Real Madrid hasta la muerte estaba muy triste el día nueve de marzo, desde el primer gol que marcó el PSG al Madrid, pero le pedí que encendiera una vela y gracias que hizo caso, porque el Real Madrid terminó con un tres a uno y si alguien del PSG hubiera encendido otra vela, hubiera sido mucho más duro, aunque luego están los amargados mal perdedores, que culpan al árbitro y tal y tal.
Han sido un miércoles y jueves con cargas positivas para la mente, porque somos testigos de muchas personas felices con la dopamina al máximo nivel, desde Madrid hasta Tenerife. Un inspector de Titsa hace un tiempo atrás fue hablar con un empresario de Tenbel en el sur de Tenerife, porque los domingos por las mañanas, bajan desde el Puerto de la Cruz cientos de turistas, desde Los Cristianos, Los Gigantes y más, especialmente Belgas, para pasar una mañana agradable echándose unas sangrías y unos bailes.
Dicho inspector de Titsa, quería saber qué pasaba cada domingo porque eran muchos los pasajeros y tuvo su explicación comprensible. Estamos saliendo de la dichosa pandemia y volvemos a sentir el calor de los turistas, aunque es verdad que el problema de Rusia y Ucrania nos tiene con la mosca detrás de la oreja. Recuerde querido lector que si a usted le gusta el fútbol y no es seguidor del Real Madrid, lo siento mucho, pero puede comentar de su equipo, aunque todos sabemos que el Real Madrid es el number one sin duda alguna.
Este jueves día diez de marzo cuando estaba haciendo mi hora de deporte por la tarde, pasé por el Centro Comercial de Tenbel y estaba al cien por cien lleno porque han inaugurado otro bar y el cien por cien son jubilados belgas muy felices, demostrando una vez más que los viejos rockeros nunca mueren.
Felicidades a todas las personas que están bien y si pueden que ayuden aunque sea levantando el ánimo a los que tengan bajón moral. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Juan Santana.
