En las conversaciones se usan palabras conformadas por dos elementos de suma importancia, los morfemas y los lexemas.

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Este artículo seguramente será de gran provecho para aquellos interesados en saber cómo se forma y cómo se identifica el lexema y el morfema en las oraciones. Por dicha razón, tiene como principal objetivo, enseñar cómo se forman ambas estructuras gramaticales.

¿Qué es un morfema dentro de la gramática?

La gramática es el estudio o la especialización encargada de analizar la estructura de las palabras, para así saber de qué manera se forman, además de cuáles son sus variaciones.

En este sentido, cuando se habla del morfema, se hace referencia a ese componente unido junto al lexema que busca darle sentido a un discurso en específico. Además, el origen de la palabra es el griego.

Prácticamente, si utilizamos el término morfe (forma) y lo unimos con el sufijo “ma” (resultado de la acción) formamos una unidad cuyo significado gramatical es igual a decir, por ejemplo, yo, no, le.

El morfema se puede entender como un monema, es decir, una unidad dependiente y complementaria del lexema, sin el que la palabra no tendría sentido alguno. Por ejemplo, el lexema “perr” no se entiende si no está unido al morfema “a”. De este último se comprende el género, en este caso, del perro.

De no existir esta estructura o unidad, la información relacionada con una palabra en específico no estaría completa. Es imposible identificar el singular, plural o el género masculino o femenino de una palabra si no se encuentra el morfema.

Existen morfemas de diferentes tipos

También, se pueden encontrar morfemas numerales, desinenciales o de género. Otros se identifican como dependientes, independientes y libres. Los morfemas de género, son, por ejemplo, aquellos que permiten determinar si la palabra se encuentra en masculino o femenino.

El morfema numeral nos ayuda a identificar el singular o plural de la palabra. Es decir, se puede saber a ciencia cierta si la palabra hace referencia a una cantidad amplia de elementos o personas o, por el contrario, una sola. Con las desinencias, por su parte, es probable conocer el tiempo (pasado, presente o futuro) y el modo.

Los morfemas dependientes se encuentran ligados a un monema para obtener sentido, caso contrario de los independientes, quienes no necesitan un lexema para encontrar significado. Un ejemplo de morfema libre serían palabras semejantes al sol, mar, flor, luz, paz, etc.

¿Qué es un lexema en la gramática?

Cuando se junta el sustantivo “lexis” con el sufijo “ma” se forma una palabra cuyo significado griego es semejante a lexema. El primero quiere decir palabra y el segundo, acción. Se trata de una unidad lingüística sin necesidad de un complemento.

Los lexemas tienen significado propio, es decir, son compresibles por sí mismos y no necesitan un morfema porque ellos contienen la idea original. Todas las palabras tienen una raíz y esa base principal es el lexema.

Para entenderlo, basta con un ejemplo: si se toman las palabras panadería, panadero, pan o libro, librería, libreto, librero, se pueden identificar el lexema desprendiendo, por ejemplo, “libr” o “pan” del resto de la palabra.