Profesor da corte de manga al sistema.

Un Profesional de la Educación pidió excedencia porque obviamente pudo hacerlo. Estamos hablando de que para Vivir sin trabajar debes tener por obligación el dinero, un material de papel o metal imprescindible y digo que “El dinero es Imprescindible primeramente para comer y beber agua”.

Un profesor de un colegio de Canarias para guardar su anonimato, pidió excedencia porque estaba hasta los mismísimos cataplines de soportar a jóvenes entre catorce y dieciséis años, maleducados, ignorantes sin ánimos de insultar, pero son niños idiotas para los más atrevidos a insultar sin anestesia. Dicho profesor deseaba dar clases de matemáticas, pero el noventa por ciento del tiempo estaba pronunciando frases cómo, “Por favor desconectar los móviles, por favor atiendan, oye despierta, silencio que estamos en clase y así muchas más frases cada día”.

Millones de personas hemos perdido el control de la educación y muchos dirán que la educación comienza por la familia, pero resulta que en estos tiempos, muchos jóvenes tienen el problema de no tener padres con tiempo para educar, otros no tienen padres, o padres separados o cualquier otro problema.

Muchos padres tienen el mismo problema que los jóvenes, están enganchados a las tecnologías o se han rendido por cansancio y pasan de todo, pero muchos padres creen que los profesores son los responsables de la educación con respecto al comportamiento o al respeto a los demás y están totalmente equivocados.

Lo mejor que hizo éste profesor fue pedir excedencia y podía haberse montado el paripé de estar mal psicológicamente para seguir cobrando sin trabajar, pero gracias al destino, es una persona sana, solventada económicamente porque su familia lo apoya y ahora está dedicado a tocar la guitarra.

Seguramente otro profesor que no estuviera en su posición pediría la baja por depresión o lucharía por educar aunque fuera a uno solo, que ya sería un éxito. Aquí lo dejo, para seguir reflexionando. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.

Juan Santana.