Por más mierda que le pongas encima
Por más cemento, piedras, pisadas, ladrillos y lo que usted quiera que les pongas encima de la semilla, la vida siempre saldrá a flote, las mentiras y los secretos siempre saldrán a flote por más que reces para que jamás ocurra. Justamente aunque pongas mierda encima, todavía saldrá con mucha más fuerza porque la mierda es materia orgánica y a las generaciones presentes les será muy difícil comprender de esto que estoy escribiendo.
Tenemos tanta basura material y moral como para escribir miles de libros, pero las mentiras y las injusticias en ésta sociedad son normales porque a ellas estamos acostumbrados. Recuerdo cuando compré un camión de estiércol (en éste caso concreto, mierda de vaca) en el año 1.987 para llevarlo a la Higuera Canaria en Telde (Gran Canaria).
Por éste camión de estiércol pagué 40.000 pesetas, 250 € actuales y además alquilé un burro por 2.000 pesetas, 20 € más o menos porque estoy enredado con el cambio de moneda y ese era un proyecto más del político, enredarnos con todo y más hasta el infinito. Cuando el chico que manejaba el burro le cargaba seis sacos encima para transportarlos hasta la finca le dije, “Oiga!, no abuse del burro con tanto peso!. Y el joven de dieciséis años respondió, “Usted hoy entenderá porque llaman burro a ésta bestia”. Y lo entendí cuando aquel burro cargado con seis sacos iba tan felizmente y se paró tranquilamente a comer hierba. El joven dijo, “¿Lo entiende usted ahora?”.
Siempre aprendemos algo más rápido con el ejemplo al igual que comprendí que era mejor plantar marihuana que naranjas, porque la marihuana daba mucho más dinero, que estar con las naranjas y ahorras pagar a todos los mamones que cobran por la cara bonita y enchaquetada.
La verdad nos hará libres y la verdad es que la gran mayoría vive de las mentiras y los sueños. Las funerarias y las empresas de desatascos ganan mucho dinero, porque nadie quiere ni puede quedarse ni con el muerto ni con la mierda y que contradicción cuando descubrimos que la mierda es un tesoro en sacos de plástico que venden para fincas y jardines con la palabra, “Compot”. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Juan Santana.
