Todos los días sale, en más de un medio de comunicación, alguna noticia nueva o persistente, algunas estrambóticas, sobre la okupación ilegal de una vivienda o cualquier otra edificación. Es la moda, aunque los políticos que la defienden dicen que el porcentaje es mínimo, sin darse cuenta, en su torpeza habitual, porque no dan para más, que, aunque se produzca un solo allanamiento de una propiedad privada ya es suficiente escándalo social como para alarmarse. Hay miedo en la sociedad por la permisividad que se ha creado a través de normativas laxas de ideologías populistas, que han incorporado en el ordenamiento jurídico la defensa del okupa y la desafección del propietario.
Es bueno recordar, insistentemente, que nuestra Constitución, en su Preámbulo señala que: “La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo…que desarrolla en su artículo 33 cuando explicita que, se reconoce el derecho a la propiedad privada y a la herencia y nadie podrá ser privado de sus bienes y derechos sino por causa justificada de utilidad pública o interés social, mediante la correspondiente indemnización y de conformidad con lo dispuesto por las leyes.
Pasar algo por el forro, dicho con todo respeto y educación, significa tomar muy poca importancia a una advertencia o al cumplimiento de una norma. Eso es lo que está pasando en España, donde se adultera conscientemente, no sólo el espíritu, sino la letra de nuestra Carta Magna, para ningunearla, a saber, no hacer caso de algo, ni tomarlo en consideración, llegando al límite posible, para descafeinarla e incorporar en sustitución, leyes, preceptos, órdenes, reglamentos o decretos, que incorporan ideas propias de algún personaje egocéntrico o de partidos políticos y movimientos autoproclamados progresistas o de izquierdas, que parece ser un marchamo para hacer lo que se quiera, cuando sea y sin ninguna cortapisa, es decir, lo que les da la gana, porque están por encima del bien y el mal, creyéndose infalibles y con una ética que sobresale todo entendimiento filosófico, por lo menos ellos así lo conciben, muy convencidos del encargo salvador o mesiánico que llevan gustosamente.
Sucesos acaecidos recientemente con titulares en los medios de comunicación son ejemplarizantes: medio centenar de okupas queman contenedores y se enfrentan a los Mossos al intentar entrar de madrugada en un centro cívico de Girona, los enfrentamientos, que duraron tres horas, causaron daños en el local y en los vehículos policiales. Casa en venta, viene con okupas, una nueva tendencia inmobiliaria que empieza a arraigarse en nuestro país. La okupación de viviendas en Canarias aumenta casi un 29% desde 2021, durante el año 2024, se registraron 616 viviendas okupadas. Lo que me hubiera ahorrado si en lugar de ser propietario hubiera okupado un piso. Ni adosados ni pisos: el nuevo objetivo de los okupas que está afectando a miles de personas, las plazas de garaje. Se vende casa con okupas en Salamanca, no hay un solo caso sino al menos treinta y siete. Conflicto en Cala Millor, unos okupas denuncian a otra okupa que les alquiló una habitación. Cuando el Calvario de la okupación llegó al pueblo de Nuevo Naharros, fue una situación complicada. El ayuntamiento de un pueblo de Murcia tapia 94 casas okupadas. Okupan la casa de unos ancianos durante su visita médica en Perales del Río. Es un sin parar vergonzoso en un país miembro de la Unión Europea. Óscar Izquierdo.