Los japoneses copiaban casi todo lo que se inventaba o producía en Occidente, desde su tecnología hasta el diseño, para después fabricar, exportar e inundar el mismo mercado, que habían previamente copiado, con mejores precios, productividad y garantía. En nuestra cultura, imitar o calcar, no está bien visto, es menospreciado, con sentir peyorativo. Por el contrario, en el país asiático, la afinidad con algo ya hecho cuenta con tintes positivos siempre y cuando se adapte o mejore lo copiado. Esta cuestión es precisamente su secreto a voces. Leí hace muchos años en un artículo, que la palabra “copiar” en el ámbito japonés lleva un proceso de “observar un patrón original, buscar los puntos clave de ese patrón e intentar hacerlo mejor”. Procedimiento de todo punto inteligente, que ahorra tiempo, aprovecha sinergias, poniendo en el mercado lo mejor, ya que siempre se busca la excelencia.
Todo esto viene a cuento de que allí donde las cosas funcionan, lo que hay que hacer es fijarse, copiar, mejorar e implementar. Por ejemplo, en la Comunidad Autónoma de Andalucía, se han puesto en marcha medidas contundentes, valientes y precisas, varios decretos, buscando la tan ansiada simplificación administrativa, para mejorar las interacciones tanto profesionales, los empresarios, como particulares, los ciudadanos, con la Administración Pública, eliminando, pero a su vez manteniendo la seguridad jurídica, las trabas o cargas burocráticas que paralizan, estorban y ralentizan absolutamente cualquier expediente. Consiguiendo agilizar los trámites, servicios, licencias y ayudas y como consecuencia los tiempos de espera, siendo de primera necesidad, y a su vez dando rapidez para dar la máxima transparencia. Se han modificado normas, leyes, decretos y órdenes, que están permitiendo suprimir los engorrosos trámites heredados desde antaño. La incorporación del silencio administrativo positivo, a saber, que los administrados cuenten con una respuesta favorable de la Administración correspondiente, en el caso de no recibir una respuesta en un tiempo determinado, es un avance que fue un evidente retroceso, cuando se retiró en nuestro país y cayó en desuso por defender a una función pública que era incapaz de cumplir con los objetivos prescritos reglamentariamente. En cuanto a su afectación para el caso de las empresas, la incorporación de la figura de la declaración responsable, sin duda, permitirá agilizar muchos trámites de las licencias de obras, tan molestos para muchas empresas, que se verán notablemente aligerados, además de que la tramitación de la autorización ambiental se reducirá a la mitad gracias a una autorización ambiental unificada.
La Generalitat Valenciana ha puesto en marcha el “Nuevo plan Simplifica 2024-2026” con el compromiso de construir una administración menos burocrática y más eficiente; en definitiva, una administración que, en lugar de parecer hostil, se muestra amigable y cercana a las personas, siendo un verdadero esfuerzo transformador. Respondiendo a la necesidad urgente de una administración más eficiente y accesible que esté al servicio de las personas y de las empresas. Sencillamente el objetivo fundamental del plan Simplifica es elevar la calidad y facilitar el acceso a los servicios públicos, mediante la reducción significativa de los tiempos de espera y la simplificación de los procedimientos administrativos.
No entramos en quien es el partido político que gobierna en esa dos Comunidades Autónomas, eso se lo dejamos para las cábalas de los políticos donde pierden el tiempo, sino en la intencionalidad de lo que se ha hecho. Lo que tiene que hacer el Gobierno de Canarias es moverse, aplicarse, dejar de mirarse el ombligo y tener alturas de miras, ver lo que hay por fuera, coger lo mejor y aplicarlo aquí de una vez por todas. Todo está inventado, copiemos para mejorar. Oscar Izquierdo.