Nuestra Ciudad Patrimonio de la Humanidad está sangrando, tiene una cicatriz larga, rompedora en su unidad territorial. Es el paso de la TF-5 que la divide. No se ha querido, sabido o podido sanar por motivos varios, entre ellos, siempre lo decimos y se repite constantemente en Tenerife, la isla discutidora por excelencia, porque prevalecen más los egos, vanidades y soberbias de algunos políticos, imponedores a toda costa de sus tactismos, junto a estrategias de partidos o empoderamiento de algún que otro funcionario, por encima, del interés general. Es una señal que sigue suturando y que no se manifiesta sólo materialmente, sino que está impresa en el ánimo de todos los laguneros, como un sentimiento doloroso de abandono y desprecio, por parte de quienes han tenido la oportunidad de desinfectar, tratar y atender, para curarla.
Una vía de circunvalación, dicho con la máxima sencillez, que puede ser una autopista, carretera o avenida, se ejecuta alrededor de una ciudad o área metropolitana, rodeándola parcial o totalmente, para conseguir descongestionarla interiormente y que los vehículos que no tengan que entrar en la misma, por el motivo que sea, eviten ingresar al centro urbano. Pueden incluso tener un recorrido más largo en su trazado alrededor de la ciudad, pero el tiempo requerido para circunvalarla es menor, puesto que la velocidad máxima de una carretera de estas características es mucho mayor que la de una travesía urbana. Es un viejo invento, que se utiliza en todas las ciudades, menos en Tenerife, para mejorar el tráfico, agilizándolo y dando mayor confortabilidad viaria dentro de la urbe. Un ejemplo evidente, bien hecho, con racionalidad y perspectiva de futuro, es la Circunvalación a Las Palmas de Gran Canaria, que se inició a finales de 1996, dividida en una ejecución de cinco fases, que se está disfrutando alegremente.
Como la Ciudad, por este motivo está en urgencias, apremia sacar la TF-5 de La Laguna y sólo hay tres alternativas. La primera, es la denominada Circunvalación Oeste o Vía Exterior, prevista desde la misma época de inicio que la citada anteriormente Circunvalación de Las Palmas, revelándose de esta manera, que allí se ejecutan las obras, en cambio, aquí se impugnan y no se hacen. Está incluida en el vigente Plan Territorial Especial de Ordenación del Sistema Viario del Área Metropolitana de Tenerife que, por cierto, no se cumple. Una vez más, se demuestra, fehacientemente, que Tenerife es una isla planificada pero no ejecutada. La segunda alternativa, es la llamada Variante o baipás, denominada oficialmente, Circunvalación Área Metropolitana de Tenerife/Variante TF-5: Padre Anchieta-Los Rodeos. Fase 1: Circunvalación de La Laguna. Esta vía consiste en una autopista, soterrada en un 85%, que bordea el Aeropuerto Tenerife Norte, desde Guamasa hasta Lora y Tamayo. Tiene aprobada la Declaración de Impacto Ambiental desde principios de este año, siendo un proyecto vital para el futuro de la movilidad, no sólo local, sino con implicación insular.
La tercera alternativa, es ilusionante, sobradamente ambiciosa, esperanzadora, porque nuestra isla también merece soñar y compromiso. Se trata del soterramiento de la TF-5, a su paso por La Laguna, desde Los Rodeos hasta el Puente de Las Chumberas, consistiendo en llevar debajo de la superficie la trayectoria actual, porque de esa manera aliviamos el tráfico que viene o va hacia el Norte, se conectaría directamente en dirección al Sur, aprovechando entonces la superficie para hacer una avenida, rambla o bulevar, al estilo de lo ejecutado en Tres de Mayo en Santa Cruz, consiguiendo así unificar territorialmente, urbanística, social y económica la Ciudad de La Laguna. Como se puede apreciar, soluciones hay, varias, otra cosa es que quieran alumbrar algo, rápido y viable. Oscar Izquierdo, presidente de FEPECO.