(Madrid, 1919, Barcelona, 2001) Miguel Gila Cuesta 

Como humorista gráfico, como actor de monólogos humoristas, como participante actos en una serie de películas. Gila que tiene muchas perspectivas y dimensiones, una figura poliédrica en muchos aspectos, quizás, fue el sujeto-persona-individuo que desde el humor construyó la Transición política en y desde el humor para los españoles. Adrede o inconsciente, o a mitad de camino, creó artilugios mentales y conceptuales, para superar diríamos aquella fraticida contienda que tantas plusvalías negativas, se va cobrando, generación tras generación.

Es el ejemplo, el caso, en el cual el humor, es terapéutico, de alguna manera, ayuda a entender-comprender las heridas del fondo del alma-corazón-carne, a y en un acontecimiento tan largo, tal lejano-cercano para varias generaciones. He visto a personas, que ideológicamente no estaban cercanas a él, pero con sus monólogos, doblarse de risa y de reírse. Ese humor a mitad de camino entre el absurdo y el surrealismo, entre lo social y lo político, ese humor, que supera las fronteras y los límites.

Recuerdo, que pasé con mi familia, al lado del tanatorio, el día de su fallecimiento, porque venía de percibir-ver-sentir el Museo del Barça. Ya, hace unos meses, dos años ha hecho el siglo de su nacimiento, ya la veintena de su desaparición de este terruño redondo del planeta. El siglo veinte fue enormemente convulso, todas las contradicciones de los sistemas sociales humanos, se dirimieron en trincheras, hoy, todas las contradicciones, dicen algunos, se están intentando solucionar-resolver con una radical libertad moral 8cada uno caemos en uno o en varios de los pecados capitales). Aquello trajo muchas muertes-sangre y sufrimiento, esto, en muchos sentidos también, aunque no se notan, no se numeran…

Se ha definido el humor en media docena de teorías, al menos, que incluyen, muchas variedades. No es este lugar, para fijar concepciones de Freud, Schopenhauer, Pirandelloy otros. Pero podríamos indicar, que es aquel artilugio, sea gráfico o palabras, que por un momento conexiona el inconsciente hundido-perdido y el consciente. Con esa tira de humor o con un monólogo o con un chiste oral o con una representación fílmica de unos minutos, nos representan, no solo una realidad exterior, sino una interior. Y, el humor, como chispa eléctrica, nos hace recordar alguna realidad profunda del ser-estar, del hacer-percibir. Nos sonreímos o reímos o solo pensamos. Captamos algo más de lo real.

Estimo que nuestra sociedad-país-Estado, que llevamos unos lustros complejos-complicados. Pensando que la Transición lo curaría todo, no eran-éramos, conscientes, que somos-estamos en un barco mundial, en el planeta, y por tanto, tenemos que pagar las consecuencias del mundo y en el mundo. Ya, con varias crisis encabalgadas, unas en otras, como distintos instrumentos musicales en una sinfonía de la vida. Pienso que en esta situación, el humor debe ser necesario, para curarnos a nosotros mismos, para que la tragedia de la vida, no nos sepulte, sino que al menos surja la sonrisa, la espera-esperanza del mañana.

Como siempre realizo sugerencias, ya que pienso que una columna, tiene que dar una esperanza, invito a que todos los digitales, tengan sus viñetas o tiras de humor. Sugiero, que todas las televisiones, en horarios de máxima audiencia, cinco minutos dediquen a pequeños monólogos de humor, o exponer viñetas de humor. Pienso que sería la forma, una de ellas, que los medios de comunicación podrían contribuir a enfriar el ambiente, que está demasiado caliente.

Gila, Mingote, Máximo, Forges, por citar unos cuantos de los fallecidos, en su especialidad, eran unos génios. Solo se puede entender-comprender, en general, la no suficiente estima-valor que se le ha otorgado a estas personas y a sus producciones. El humor y el humor gráfico, se tiene que elevar de categoría social y cultural y artística y, estar al lado de la gran literatura o gran arte plástico.

Debemos valorar más esta actividad, siempre he indicado, a mitad de camino, como un género literario, las frases pueden ser pequeños aforismos, las líneas, en el caso del humor gráfico, es y son, una dimensión del dibujo y del dibujo artístico, y los monólogos, son trozos de drama-comedia del teatro como arte, y del teatro de la vida…

No sirve ninguna filosofía, que no intente curar algún mal humano, frase que tantas veces, repito y reitero de los viejos griegos. Pienso que el humor de Gila, debería ser puesto otra vez en circulación, en medios periodísticos y en medios de comunicación.

Pienso que igual que los grandes textos y libros volvemos a ellos. Hay que volver-revolver al humor de Gila, a sus monólogos, a su humor gráfico.

Los periódicos ganarían muchos, digitales o en papel, si junto a la sección de opinión o columnas de opinión, expusiesen, viñetas, viñetas de autores de hoy, viñetas de autores del pasado. Pienso que en el pasado sucedían realidades semejantes a las actuales.

Jesús Millán Muñoz