Manuel noventa y uno y Fefa noventa
Manuel a sus noventa y un años todavía mantiene buenas conversaciones, mientras compartimos buen vino de Guamasa en el sur de Tenerife. Manuel trabajaba en el Banco Santander e incluso llegó a ser apoderado y conoció a Fefa vía telefónica aquel día que ella escuchó su voz y al primer sonido se enamoró de él. La canción de salsa dice, “A primera vista, me enamoré y a los pocos días ya te besé”, pero Fefa se enamoró al primer sonido de su voz educada, cuando tenía dieciséis años y además estaba el anterior tranvía de Tenerife.
No recordaba ni que hubo tranvía hace tantos años y los bailes eran con guitarras, timples y tambores, más sanos y emocionantes que actualmente. Manuel nació en La Laguna por aquellos tiempos donde sobraban aire y espacio, hasta que poco a poco la tierra se va invadiendo de cemento y alquitrán formándose la gran Ciudad, al igual que todas las ciudades del planeta obviamente.
Manuel gracias a Dios todavía sigue vivo con Fefa echándose sus vinos de Guamasa, del Bar Alejandra que está frente a la Iglesia, un pisco más arriba donde también preparan un bacalao encebollado que te enganchara al primer momento, igual que se engancharon Fefa y Manuel. Cuando el amor llega así de esa manera, uno no se da ni cuenta, ese es el verdadero amor y durará toda la vida por más tormentas que encuentres mientras navegamos.
Actualmente algunos jóvenes ligan hasta con eruptos porque así han aprendido a través de los medios de incomunicación. Ésto lo viví en primera persona aquella tarde en una plaza, observando al joven eruptar a lo bestia para llamar la atención de la joven bonita, mientras ella sonreía, pero alguien dijo que es la moda. Pues vale!! respetemos esa moda de Crazy Beibi.
Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Juan Santana
