Juan Carlos Cárdenes Dominguez (*) ASSOPRESS
Entre las insólitas circunstancias que nos ha tocado vivir, es el ver la actitud de Pablo Iglesias con el Sr. Amancio Ortega. Este último señor es titular de un vasto entramado patrimonial fruto del trabajo y del esfuerzo. La constancia y la innovación, son virtudes humanas y empresariales cuyas raíces se pierden en la noche de los tiempos y de las que derivan el progreso y el bienestar.
También se pierden en la noche de los tiempos la envidia, la codicia y ser una persona rastrera y vil, que en esta tierra se llama, de forma vulgar, ser una persona arrastrada. Pablo Iglesias es un sujeto vil, envidioso, vividor de lo ajeno y predicador desmedido de incontables cosas que no practica. A ojo de buen cubero Pablo Iglesias es más arrastrado que los huevos de un lagarto.
El Sr Amancio Ortega irradia bonhomía, mientras que Pablo Iglesias es un dinamitero social de quien poco se puede esperar y su propósito es arrasar todo legado de nuestros padres. Ojalá existan muchos Amancios Ortega y ningún Pablo Iglesias.
Mi gratitud al Sr. Amancio Ortega. Es de bien nacido ser agradecido en mi propio nombre y en el nombre de los mortales comunes. No tengo cáncer pero como si lo tuviera. Muchas gracias Don Amancio, es Vd un Señor.
(*) Licenciado en Derecho. Máster de Turismo y MBA
