En otros tiempos muchos maltratadores estaban curados en cuatro minutos con cuatro hostias y era una época donde muchos niños con una sola hostia del cura, ya teníamos suficiente.
Recuerdo cuando era niño, llegaban algunos niños vecinos a buscar a mi padre en paz descanse urgentemente, porque mi padre era un cura en el pueblo, pero de los que daban cuatro hostias y parece que fue ayer, pero han pasado más de cincuenta años, cuando llegó Andrecito el vecino a la terraza de mi casa buscando a mi padre, porque el padre de Andrecito había llegado a su casa borracho y estaba dándole hostias a su madre sin ser un cura.
Mi padre corría para darle cuatro hostias bien dadas a éste cura falsa te sin titulación y mi padre era muy católico cumplidor de la ley al raja tabla, más católico que los sacerdotes, porque los sacerdotes solamente nos daban una hostia de pequeños, mi padre daba cuatro a los adultos y funcionaban, porque con las cuatro hostias creías en Dios mucho antes.
Cuando pasan diez o quince horas aproximadamente, el padre de Andrecito vino a mi casa con montón de moletones en su cuerpo pareciéndose a un dalmata, para darle gracias a mi padre y pedir perdón por ser un gilipollas maltratador de la madre de sus hijos.
Éste método de las cuatro hostias bien dadas a los maltratadores antiguamente funcionaban mucho más rápido y no habían tantas perdidas de tiempo en el Parlamento con la chorrada del solo si es si, pero obviamente las cosas han cambiado mucho y actualmente tenemos teléfonos móviles para grabar a los energúmenos por ejemplo, para denunciar y que la justicia tome su decisión, sin entrar en detalles.
El problema llega cuando un maltratador tropieza con un familiar o amigos de los inocentes maltratados y la ley del solo si es si, la cambian por las leyes antiguas de las cuatro hostias bien dadas a los maltratadores.
Los amigos de la paz y del amor donde hasta yo estoy afiliado, puede cambiarse automáticamente cuando sentimos en nuestra propia piel el sufrimiento que nos acarrea un maltratador y escribo con experiencia sin entrar en detalles.
Aquí lo dejo para seguir reflexionando sobre las romerías de los pueblos y estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá. Juan Santana.