Hola querido lector o querida lectora, espero que estés bien, con buena salud y sentada o sentado cómodamente leyendo ésta carta. Últimamente está aumentando la cantidad de personas que están robando comida en los supermercados y estoy refiriéndome a los robos lights cómo por ejemplo latas de sardinas o de cualquier embutidos o sobres de sopas.

Cuando el hambre aprieta ni los perros pueden evitar que saltes el muro y hasta el perro si se despista podrá caer en el caldero para preparar una buena carne con papas.

Para poder pescar con una caña en cualquier parte tenemos la obligación de pagar un carnet o un permiso de pesca porque en cualquier momento o en cualquier lugar podrá aparecer la policía de medio ambiente y como no tengas dicho carnet puede caerte una sanción.

Obviamente aquellas personas que están pescando por no tener un euro y están buscando el sustento para su familia y para más inri están tocando la depresión, mejor no entrar en detalles, porque cuando las personas están sufriendo por infinitas razones, mejor ayudarles que tocarles los cojones.

Luego está la noticia de unos pobres pescadores de Las Galletas en Tenerife, que salen al mar a buscar el pan de su familia y los cogieron con doscientos kilos de longorones en Gran Canaria, porque según la Policía no tenían la medida, pero si usted se da un paseo por Cinco Océanos, podrá comprobar que venden algunos pescaditos con menos de tres centímetros y las normativas son tan complejas que tienen confundida a una sociedad cargada de más mentiras que verdades.

Por éste motivo del hambre, muchas personas suelen comprar una bolsa de sopa, de esas que las preparas en diez o quince minutos con un precio de 0’90 céntimos de euro.

En éste caso estamos hablando del sobre de sopa con once o doce verduras, para luego añadirle gofio, una poca de cebolla, una rociada de mojo y algunos taquitos de queso y tenemos un suculento escaldon para escapar un día más que sea.

Y para terminar, aconsejar a las familias y a los departamentos de cultura de cualquier parte de España, que vayan pensando en cómo educar mejor a la nueva generación de jóvenes, porque también están aumentando las peleas nocturnas y aquí lo dejo para seguir reflexionando sobre las romerías de los pueblos.

Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá. Juan Santana.