Noticias Tenerife Juan Santana: “Papa, ¿Que son las prostitutas?!…. ¡Ay mi madre!”

Juan Santana: “Papa, ¿Que son las prostitutas?!…. ¡Ay mi madre!”

Cuando entramos al avión para volar desde el Aeropuerto de Gran Canaria a Tenerife Norte, con mi hijo que tiene siete años, ocurre lo típico cuando todos entramos en cualquier avión.

El 100 x 100 de los pasajeros vamos guapos, un tímido silencio mientras metemos las maletas o mochilas en los compartimentos, nos miramos disimuladamente mutuamente y si encontramos algún conocido, obviamente saludamos igual que las azafatas nos saludan  todos.

Una vez estamos todos los pasajeros sentados dentro del avión, las azafatas antes de explicar cómo escapamos si el avión se estampa, hacen un recorrido mirando con lupa si todos cumplimos las normas de seguridad, con los cinturones bien puestos y cerrando las puertas de los compartimentos que están encima de los asientos.

Cuando abro el periódico para echar un vistazo por encima antes de despegar con aquel silencio de todos los pasajeros, abro una página con un artículo a media página con el título, “Las prostitutas” y mi hijo de siete años que ya sabe leer aunque sea despacio, pregunta con un tono muy alto, tan alto que lo escuchó más de la mitad de los pasajeros y dijo, “¡Papi!, ¿Que son las prostitutas?!…. ¡Ay mi madre!.

La pregunta que hace mi hijo, ¿Que son las prostitutas?, es una pregunta tan interesante dónde están esperando la respuesta más de la mitad de los pasajeros, los que están sentados delante, detrás, a la derecha, los de más atrás y si tienen micrófonos interiores, hasta los pilotos esperan la respuesta.

Mi hijo es el más interesado, quién está mirándome esperando la respuesta con muchas ganas y después de unos segundos de tensión encontré la respuesta. Le pregunté con el mismo volumen que el preguntó, ¿Tu tienes amigos?. Me respondió “Si”. Entonces le dije, cuando tú le dices a un amigo un secreto, y ese amigo se lo dice a alguien, ese no es era un amigo verdadero, es una prostituta.

Uf!. Obviamente no es la respuesta correcta, pero creo que todos los pasajeros espectadores descansaron, especialmente yo y más de uno echó una sonrisa disimulada.

Aquí lo dejo para seguir reflexionando sobre las romerías de los pueblos y estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá. Juan Santana.

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