No es fácil encontrar una buena película.
Tuve el antojo de ir al cine en Vecindario (Gran Canaria) a ver una película en pantalla grande y descubres que los operarios y operarias taquilleras y taquilleros están en la cola del paro, porque inventaron la maquinita digital para comprar las entradas o los tickets. Me gustaba preguntar a los taquilleros sus recomendaciones.
La crisis podrá ser un motivo para mandar al paro obviamente, aunque también puedo decir que en la Sala 11 donde estuve viendo una película de dos horas, solamente estábamos ocho personas. Confieso que la película de dos horas comenzó a las ocho y media de la noche, pero deseaba irme desde la primera hora, porque era un tostón bárbaro.
Los efectos especiales estaban más o menos bien, hubo mucho material gastado, pero fue una película demasiado fantasiosa para aquellos y aquellas personas que exigimos más realismo, porque cuando vemos una película donde está el típico Rambo que ya pueden venir quinientos policías y jamás pueden atraparlo, cómo que no.
Está clarísimo que grabar una buena película de millones de euros es un riesgo, porque desde el primer minuto que sale a la luz, ya podemos verla en Youtube y las pérdidas son incalculables. Cuando un director tiene la suerte de sacar al mercado una buena película como “El Renacido” por ejemplo, en una semana podrá recuperar el dinero invertido y también es verdad que siempre habrá una minoría a la que no le gusta nada por mi bueno que sea.
Todavía existimos algunas personas a la que nos encanta ir al cine para ver una buena película en pantalla gigante, pero hace tiempo que no sale ninguna al mercado y si usted sabe de alguna, por favor, escribe en el apartado de comentarios para aquellos que tenemos el mono y ir urgentemente a quitarnos el mono.
Aquí lo dejo para seguir reflexionando. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del Ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Juan Santana.
