Tal vez no hayan muchos turistas o los residentes compran en otros lugares, pero cuando deseas comprar algún producto y según algunas amigas lectoras encuentran aguacates pequeñitos verdes, tamaño huevos de gallinas al precio de seis euros, creo que habrá que pensarlo.
Seguramente las personas que venden los aguacates tan pequeños estarán pasando mala racha y obligatoriamente tendrán que vender productos inmasticable, aunque si fueran plátanos verdes y duros como piedras si pueden freírse como hacían antiguamente en tiempos de hambruna.
Seis euros son mil pesetas, pero luego encontramos aguacates a casi nueve euros, pero tamaño normal y luego están los agricultores que venden durante todo el año el aguacate a quince euros el kilo en Madrid, a una cadena de restaurantes de lujo, dónde cada plato saldrá más de sesenta euros.
La cuestión es que actualmente con veinte euros en un supermercado puedes comprar cuatro cosas y un poco más, porque los productos alimenticios han subido una auténtica barbaridad.
Los platos más consumidos o más famosos en la mayoría de los hogares son los huevos fritos, que bastante buenos que son, las pastas, tortillas, las sopas de sobre y algunas cosillas más, sin olvidar que el agua es más cara que el petróleo si la compras en los surtidores o en cualquier restaurante.
Para colmo el agua del grifo es malísima, aunque el ayuntamiento de Arona anunció en su momento que era potable. En La Palma si es buena el agua del grifo.
Aquí lo dejo para seguir reflexionando sobre los diferentes precios de los productos alimenticios. Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.