Éste fin de semana ha sido el mejor regalo de cumpleaños de mi vida, porque gracias al amigo y representante Llui estuvimos en Barcelona disfrutando al más alto nivel.
Confieso que cuando subí al escenario el pié izquierdo temblaba un poquito ante miles y miles de personas, porque me la estaba jugando y además entre un público con mayoría de veinteañeros, pero gracias a Dios o al mismo Diablo, terminaron pidiéndome más temas, gritando mi nombre, buscándome para sacarse fotos conmigo hasta los mismos policías y escuché frases tan bonitas de niños, que no he podido resistir llorar de alegría ni esconder mi orgullo.

Cuando estábamos en el Festival Cruilla rodeado de más de un millón de personas entre cinco escenarios, encontré a Ignatius Farray de Tenerife y me dijo “¿Tu eres Juan Santana?” y nos abrazamos.
No sabía que su padre en paz descanse era hermano de Sergio Farray, gerente de Autos Farray en San Isidro de Tenerife.
Cuando comenté a Ignatius que su tío Sergio, siempre me decía que mi actitud positiva era cómo la de su padre, volvimos a abrazarnos.
Hizo un monólogo alucinante en Barcelona para más de cinco mil personas y flipé en colores porque insulta al mismo público y con razones, pero para más inri, el público aplaude.
En el Festival Cruilla teníamos cinco escenarios y nos fue imposible acercarnos a Rubén Blades ni a Juan Luis Guerra, pero estuvimos con Ignatius Farray, un monstruo del escenario y orgullo de las Islas Canarias.
Aproveche para acercarme a El Vendrell en Barcelona donde vivió el famoso Ángel Guimerá y me tomé una foto en su estatua de la plaza y les recuerdo que el Teatro Guimerá de Tenerife es por su nombre.
También encendí una vela a la Virgen de Montserrat en la Iglesia para agradecer todas las cosas buenas y algo más.
Ha sido un fin de semana muy duro y gratificante, porque estuvimos rodeados de más de un millón de personas, miles me han aplaudido, he conocido a muchas buenas personas y no sé qué más puedo decir.
Aquí lo dejo, para seguir reflexionando sobre las personas que triunfan como Ignatius Farray.
Estimado lector, gracias por regalar un poco de tiempo leyendo, el tesoro más valioso del ser humano, el tiempo pasa y jamás volverá.
Juan Santana.